Analistas del mercado financiero y expertos de la industria petrolera estiman que el monto pagado por la refinería bahiana Rlam, de US $ 1,650 millones, estuvo por debajo del mercado y ya refleja el temor a injerencias políticas en el sector.
Además, dicen que la época de crisis no es la más propicia para la venta de grandes activos, como refinerías. En total, Petrobras quiere deshacerse de 8 de sus 13 refinerías y quedarse solo con las instaladas en el sureste del país. La única que se ha vendido hasta ahora ha sido Rlam, para uno de los fondos de inversión en Emiratos Árabes Unidos, Mubadala. . El lunes se hizo el anuncio del fin de la negociación.
El mismo día, la petrolera también informó que no había recibido una oferta satisfactoria de Repar, ubicada en Paraná. Esta semana, nuevos ruidos en la comunicación de la política de precios de los combustibles de Petrobras sacaron a la luz el espectro de una posible intervención del gobierno federal en el sector. La compañía dijo que podría tardar hasta un año en alinearse con el mercado internacional y trasladar los altos precios del petróleo a sus clientes.
Los inversores vieron hasta cierto punto un riesgo de que la empresa se estuviera utilizando para favorecer a los camioneros, los grandes consumidores de diésel y los partidarios del presidente Jair Bolsonaro. Si Petrobras vende combustible a un precio más bajo que el del mercado internacional, obliga a sus competidores a hacer lo mismo y podría llevarlos a perder dinero en el acuerdo. Solo las refinerías instaladas en lugares más distantes están libres de intervención política, porque en estos lugares la empresa estatal no podrá tomar su producto.
Este debe ser el caso de Reman, en Manaus, evalúa Rodrigo Leão, coordinador del Instituto de Estudios Estratégicos de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (Ineep). A través de cuentas bancarias BTG (SA: BPAC11), Mubadala pagó un 35% menos de lo que valía Rlam.
El Instituto de Estudios Estratégicos de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (Ineep) estima un descuento de alrededor del 50%. La empresa estatal, a través de su oficina de prensa, respondió, sin embargo, que negocios como este solo se aprueban si cumplen con las premisas de la empresa y de asesores financieros independientes.
Precios Edmar Almeida, investigador de la PUC-Río, dice que cualquier discusión que pudiera interpretarse como una interferencia en la política de precios de Petrobras genera incertidumbres que pueden afectar el apetito de los inversionistas. "Es importante que el gobierno cambie el enfoque de las negociaciones con los camioneros y envíe el mensaje claro de que no hay forma de subsidiar el diesel", agrega. "Todo el mundo sabe que aquí cambias de opinión. Los que vienen a Brasil valoran el riesgo", dice la exdirectora general de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) e investigadora de la FGV, Magda Chambriard.
Para el profesor del Grupo de Economía Energética (GEE), del Instituto de Economía de la UFRJ, Helder Queiroz, la dificultad de la empresa estatal para enajenar la refinería en Paraná es la principal señal de que los inversores tienen miedo. El analista de Ativa Investimentos, Ilan Arbetman, recuerda que Petrobras se comprometió con el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) a enajenar las refinerías antes de fin de año. Con esto, la tendencia es que la empresa tenga prisa por cerrar el trato, lo que puede contribuir a reducir aún más el monto pagado por las fábricas de combustibles.
En medio de la polémica por una posible intervención del gobierno en los precios de los combustibles, Petrobras volvió a presionar ayer al índice Bovespa, cuyas acciones cerraron la sesión en mínimos de 2,60% (ON) y 2,03% (PN).
Unidades en venta Petrobras anunció en abril de 2019 la venta de ocho refinerías con la infraestructura logística asociada asociada, cuya capacidad de refinación total es de 1,1 millones de barriles por día, o alrededor del 50% de la capacidad total de refinación de la empresa.
Se puso a la venta la Refinería Abreu e Lima en Pernambuco; la Unidad de Industrialización de Shale, en Paraná; la Refinería Landulpho Alves, en Bahía; la Refinería Gabriel Passos, en Minas Gerais; la Refinería Presidente Getúlio Vargas, en Paraná; la Refinería Alberto Pasqualini, en Rio Grande do Sul; la Refinería Isaac Sabbá, en Amazonas; y Lubricantes y Derivados del Petróleo del Nordeste, en Ceará.
Petrobras seguirá controlando siete refinerías, incluida la que se está construyendo en Itaboraí (ex-Comperj), en Río de Janeiro.
Fuente: Estadao