Así lo expone el Centro de Pensamiento de la Universidad EIA que dirige Javier Genaro Gutiérrez, quien casualmente tuvo la oportunidad de liderar a ambas empresas.
En un texto en el que se analiza esta transacción, se recuerda como desde el gobierno del presidente Ernesto Samper (1994-1998), es decir hace más de 23 años, se intentó una primera capitalización que no se pudo completar, no obstante que todo estaba listo, por el cierre de los mercados de capitales por la crisis financiera en Asia y en Rusia.
En el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), el exministro Luis Carlos Valenzuela adelantó en 1999 el primer proceso de búsqueda de un inversionista estratégico para la privatización. Sin embargo, en esa ocasión tampoco se pudo avanzar debido a la gran avalancha de ataques a la infraestructura eléctrica que se dio a partir del segundo semestre de 1999.
Minhacienda acepta propuesta de Ecopetrol para comprar ISA En el segundo mandato del presidente Álvaro Uribe (2006-2010), la Comisión de Análisis del Gasto Público recomendó, entre diversos aspectos, la enajenación de la propiedad de la Nación en ISA y otras empresas energéticas. En esa ocasión, luego de vacilaciones, la propuesta no fue acogida por el Gobierno que prefirió otros instrumentos de política económica. Posteriormente, en los gobiernos del presidente Juan Manuel Santos (2010-2018) se habló de la venta en varias oportunidades, pero el proceso no se concretó.
A la luz de la decisión del Ministerio de Hacienda conocida ayer, el documento del Centro de Pensamiento de la Universidad EIA redactado por Gutiérrez, así como por el rector de ese campus, Carlos Felipe Londoño y del director del Grupo de Investigación en Energías de esa universidad, Andrés Jaramillo, plantea que en esta negociación no es tan claro que solo exista una suma de beneficios, por lo que insistieron en que es necesario que se suministre información adicional y se aclaren algunos aspectos respecto a las oportunidades y riesgos que representa una operación de semejante trascendencia para las organizaciones, sus grupos de interés y la Nación.
La primera claridad que se reclama es sobre el enfoque estratégico y de negocios. “Si bien Ecopetrol e ISA son empresas del sector de energía, están en negocios muy diferentes; y aunque existe el interés de participar en energías renovables con las nuevas tecnologías, ninguna de las dos es experta en este negocio que es altamente competitivo con grandes jugadores con presencia en el país. Algunas empresas tradicionales han hecho su entrada al negocio de energías renovables adquiriendo compañías especializadas en estos temas; o han creado sus empresas con este propósito para poderse mover con la agilidad que requieren estos negocios y por imposibilidad de lograrlo con su esquema tradicional. Otro aspecto relevante que no está claro, es cómo se afectará el desarrollo de los negocios actuales, en los cuales ambas compañías tienen compromisos muy precisos que deben cumplir”, se anotó por parte de los analistas.
La segunda inquietud tiene que ver con el gobierno corporativo y autonomía. En este aspecto el se mencionó que: “Gran parte del éxito de ISA está soportado en la fortaleza de su gobierno corporativo que le da la autonomía, agilidad y exigencias para la ejecución de su plan de inversiones y el desarrollo de sus operaciones. Es necesario evaluar algunos aspectos específicos como: ¿cuánto se afectarían estos elementos esenciales con su nuevo dueño?; y ¿cuáles serían los efectos de la manera como la Nación maneja su relación e influye en Ecopetrol, que desarrolla sus negocios en ambientes y circunstancias muy diferentes a los de ISA, así como otro tipo de presiones a las que debe responder? De darse la transacción, es necesario asegurar la continuidad de la autonomía y el gobierno corporativo que ISA ha construido durante muchos años”.
En tercer término, el Centro de Pensamiento de la Universidad EIA indaga por el tratamiento que en el futuro se dará a los accionistas minoritarios y plantean: “ISA ha sido tradicionalmente una de las acciones más rentables del mercado, con un ambicioso y diversificado plan de negocios que le permite gestionar riesgos; además, cuenta con una sólida base de ingresos, gran porcentaje de ellos que son regulados y predecibles, con una perspectiva bastante clara. No es así el caso de Ecopetrol, que tiene la incertidumbre de sus ingresos afectada por la alta volatilidad en los precios del petróleo; y las dificultades de sus ambientes de operación, así como las presiones de su accionista mayoritario. ¿Cuánto de esto se podría reflejar en el desempeño de la acción de ISA? Es una incógnita que conviene estimar, además de evaluar y adoptar las medidas que correspondan. Adicionalmente, es importante que se haga una valoración adecuada de la empresa para determinar el precio de la transacción y que se establezcan los mecanismos para que los accionistas minoritarios no vean afectada su inversión”.
Los aspectos regulatorios también aparecen en cuarto lugar en el análisis académico. “Surgen dudas para la integración de los negocios de generación y comercialización que tiene Ecopetrol con los de transmisión que tiene ISA y sus futuros desarrollos, dadas las restricciones de participación que plantea la regulación vigente para los agentes que quieren desempeñarse en más de una de las distintas actividades en la cadena del servicio eléctrico. Por eso, también es necesario conocer con claridad ¿cuánto pueden afectar estas disposiciones el desarrollo de la nueva estrategia de negocios de estas empresas o el cumplimiento de sus obligaciones?”.
Adicionalmente, en quinto lugar se mencionaron inquietudes acerca del administrador del mercado energético, XM, una filial de ISA que precisaría de una separación: “Otra consecuencia de esta transacción sería la necesaria separación de XM – Operador del Sistema Interconectado Nacional y Administrador del Mercado de Energía – pero con la imperiosa necesidad de asegurar que XM conserve los mismos niveles de eficiencia y autonomía para responder a las altas exigencias de sus responsabilidades y con un excelente talento humano como hasta ahora lo ha tenido”.
Por último, el Centro de Pensamiento de la Universidad EIA añadió que vale la pena analizar aspectos relativos al talento humano y a la cultura de las dos organizaciones, especialmente el de las relaciones laborales con los sindicatos, en particular con la USO y sus posibles efectos en ISA. También es conveniente que se analice cuál sería la situación de los otros negocios como los de vías, y de telecomunicaciones y tecnologías de la información y comunicaciones de ISA. Si bien estos negocios no son el corazón de ISA, sus ingresos no son despreciables y corresponden a sectores estratégicos que también deben estudiarse con cuidado para aprovechar su máximo valor. También, se debe considerar los efectos que esta transacción podría tener sobre las operaciones a nivel internacional.
Fuente: Expreso