De acuerdo con el informe de la Dirección Financiera de la Binacional, Margen Derecha, en este primer mes las transferencias por royalties representaron 18,1 millones de dólares, mientras que los desembolsos por la cesión de energía significaron 18,9 millones de dólares.
Ambos conceptos fueron transferidos el Tesoro paraguayo, el cual ingresó así 37 millones de dólares en total. Por su parte, la ANDE recibió 1,4 millones de dólares por resarcimiento de las cargas de administración y supervisión.
De esta forma, y pese a la pandemia, Itaipu honra las disposiciones establecidas en el Anexo C del Tratado e inyecta importantes recursos a las arcas del país en estos difíciles momentos.
Los royalties constituyen una compensación financiera que reciben los Estados de Paraguay y Brasil por la utilización del potencial hidráulico del río Paraná para la producción de energía eléctrica en la represa de Itaipu.
La cesión de energía es la compensación abonada por el Estado brasileño para acceder a la parcela de la producción que Paraguay no utiliza (excedentes). Estos dos conceptos son transferidos al Ministerio de Hacienda, institución que se encarga de distribuir los recursos para sus usos finales, según establecen las legislaciones nacionales.
A pesar de que se vienen atravesando meses muy difíciles, debido a la pandemia del coronavirus y la crisis hidrológica, la Central Hidroeléctrica de Itaipu mantuvo un óptimo desempeño, lo que le permitió a la empresa cubrir la demanda energética del país y también cumplir a cabalidad sus obligaciones financieras.
La eficiencia en la operación de la usina es posible gracias a los procedimientos adoptados por la Margen Derecha de la Entidad para garantizar su buen funcionamiento en un año atípico.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria, Itaipu implementó protocolos internos para seguir funcionando en óptimas condiciones y así acatar todas las disposiciones emanadas por el Ministerio de Salud, sin alterar la productividad de la empresa.
Fuente: El Poder