Cuatro consorcios de reconocidas entidades del sistema financiero internacional ya avalaron y tienen listos millonarios recursos.
En la puja para adquirir la participación mayoritaria en ISA (51,4%), que es del Gobierno Nacional y que este puso en vitrina, la oferta de Ecopetrol no será la única que estará sobre la mesa.

El otro gran competidor que se medirá en el pulso, y que también tiene lista su propuesta de oferta vinculante para presentársela al Ejecutivo (Ministerio de Hacienda) es el Grupo Energía Bogotá (GEB).

Portafolio pudo establecer que, si bien ambas propuestas en la puja están muy bien sustentadas y estructuradas desde el punto de vista operacional y financiero, la ventaja estaría por el lado del conglomerado bogotano, porque ya tiene en la mano los poco más de $14 billones que espera el Ejecutivo por la venta, mientras que Ecopetrol tendría que esperar varios meses para recoger los dineros, comenzado por la OPA para vender el 8,9% que aún le queda por ofertar.

Una vez el GEB se enteró de la seria intención del Ejecutivo de ofrecer el 51,4% de su participación en ISA, a finales del segundo trimestre del 2020, en plena crisis sanitaria por la pandemia de la covid- 19, sus técnicos se dieron a la tarea de estudiar y contactar posibles bancos que les extendieran líneas de crédito.

Así, dieron con cuatro consorcios de reconocidas entidades del sistema financiero internacional como: Bank of America, Citibank, JP Morgan, Goldman Sachs, BBVA, Santander, Sumitomo, Credit Suisse y BNP, con los cuales trabajaron por espacio de cuatro meses.

Al término de este tiempo, los respectivos bancos hicieron por separado la valoración operacional y financiera del GEB, y aprobaron en los respectivos comités de crédito los millonarios recursos.

Así, a la fecha el conglomerado bogotano cuenta con cuatro cartas de crédito listas para escoger el tipo de financiamiento que más se acomode a sus arcas.

Este diario pudo confirmar, que si el Gobierno avala la oferta del GEB, al cabo de dos meses tendría el cheque sobre la mesas por el valor de la venta de ISA, ya que está urgido de tener recursos lo antes posible por el problema fiscal que afronta derivado de la pandemia.

Por esta razón al Ejecutivo (Ministerio de Hacienda) le resultaría muy atractivo escuchar la oferta del GEB, más allá de lo bien estructurada y sustentada de la misma (y que está en iguales condiciones con la de Ecopetrol), porque tendría los dineros de la venta prácticamente contra entrega, en montos equilibrados para garantizar la transacción de forma competitiva.

Lo proyectado por el conglomerado bogotano, es que con la adquisición mayoritaria de ISA, sea esta última la que absorba sus operaciones, ya que observan un gran potencial para que ambas compañías consoliden su liderazgo en el continente como una de las multilatinas más fuertes en el negocio del montaje de infraestructura de transmisión en el sector de energía.

Para el GEB, es claro que el país no va a perder en competencia, porque aunque se presente una concentración en más del 95% del negocio de transmisión (montaje de infraestructura), en cabeza de ISA, se garantiza el crecimiento y robustez financiera frente a reconocidas empresas internacionales que también están en este trabajo.

Considera además, que en el país no hay una limitante en competencia con la fusión. Pero si se conformaría una empresa capaz de competir en las grandes ligas en este negocios.

Cabe anotar, que las operaciones de ISA y GEB, no solo coinciden por la misma naturaleza de sus respectivos negocios en Colombia y varios países de Latinoamérica, sino que además se presentaría una sincronización y sinergia, sin contratiempos.

Así, mientras ISA desarrolla sus tareas en Colombia, Brasil, Perú, Chile y Centroamérica; el GEB las realiza en Colombia, Perú, Brasil y Guatemala.

Por otro, el conglomerado bogotano estaría interesado en que el gobierno corporativo de ISA se mantenga ya que es uno de los activos más importantes que ha consolidado la organización a lo largo de los años.

Para el GEB, con esta decisión, de realizarse la transacción, permitiría un blindaje a nivel institucional. Así el mensaje del grupo capitalino al Ejecutivo, es que no terminaría gerenciando a ISA, ni entrometiéndose en su gobernanza.

Por el contrario, el conglomerado bogotano está dispuesto a firmar las cláusulas de gobierno corporativo “más exigentes que se hayan pensado en el mundo”, ya que su único interés es mantener dos empresas públicas con independencia, que son propiedad del Estado, con juntas directivas autónomas e independientes, con altas especificaciones y competencia, donde sus miembros se eligen de manera plural y con rotaciones de forma gradual.

Finalmente, el viernes pasado, con el anuncio del acuerdo entre Enel Américas (EA) y GEB, al conglomerado bogotano se le despeja más el camino en la puja por ISA.

Maurizio Bezzeccheri, gerente de EA anunció en un comunicado, la firma de un nuevo acuerdo marco de inversión con el GEB que permitiría la integración del negocio renovable a sus inversiones conjuntas, la definición de nuevas reglas de gobierno corporativo más acorde a los nuevos objetivos y oportunidades de esta nueva etapa, y las partes propondrían acuerdos de conciliación para las demandas arbitrales existentes entre ellas.

Fuente: Portafolio