Según un informe de diputados, desde 2010 el precio de la nafta aumentó un 75% más que el precio del bioetanol: 2152% frente a 1188%. Las provincias productoras de biocombustibles están dispuestas a dar pelea para que salga la ley que prorroga hasta 2024 los beneficios fiscales que tienen productos como el bioetanol (se elabora en base a maíz o caña de azúcar) y el biodiésel (se hace con aceite de soja).
Ya los 11 integrantes del Interbloque Federal de Diputados plantearon en un comunicado que se incumplieron los «compromisos» asumidos de que la norma se incluiría en las sesiones extraordinarias. Sostienen sus argumentos con cifras que confrontan con los argumentos de quienes priorizan los combustibles fósiles. En un trabajo que realizaron indican que, desde la instrumentación del corte del 12%, por ejemplo el peso relativo del bioetanol en las naftas salidas de refinería es de 9,6%.

Con ese dato apuntan a rebatir la posición de que un incremento del corte elevaría los precios de las naftas. Además, añaden que desde 2010 el precio de la nafta aumentó un 75% más que el precio del bioetanol: 2152% frente a 1188%. También indican que si no hubiese bioetanol las refinadoras hubieran utilizado el éter metil tert-butílico (MTBE) (desde los 80 se usa como aditivo para lograr mejor combustión de la gasolina sin plomo) que se debe importar y que es más caro que el etanol argentino.

A comienzos de este mes, la Secretaría de Energía puso en marcha un esquema paulatino y progresivo de recomposición de precios de los biocombustibles que llega hasta mayo próximo y con el que apunta a reconocer los costos que la industria afronta ante el atraso del valor regulado por el Estado.

Los diputados de Hacemos por Córdoba apelaron a un trabajo de la Cámara de Bioetanol de maíz que sostiene que para el cálculo el Gobierno fijó «arbitrariamente» el precio de la nafta de diciembre 2020 y lo trasladó hasta fin de mayo y «de esta manera magnificó el impacto de la suba del bioetanol».

Desde diciembre 2019 al 14 de octubre 2020, la Secretaría de Energía congeló al bioetanol en un precio mínimo de $29,808, dejando un pequeño margen de negociación del precio entre productores y mezcladores.

El 15 de octubre pasado se estableció, a través de la resolución 4/2020, un precio fijo de $32,789 para el etanol a partir de caña de azúcar y de maíz y desde este mes se fijó un sendero de precio de $43,600 para enero, $47,800 para febrero, $48,700 para marzo, $49,600 para abril y $51,132 para mayo.

En ese cálculo el impacto en el surtidor acumulado es de 2,3% en este mes; 3,3% el próximo; 3,5% en marzo; 3,6% en abril y 4,6% en mayo. Para los productores de bioetanol de maíz, incorporando el aumento real de las naftas este mes y simulando una suba de $1 por mes hasta mayo, el alcance en el surtidor se reduce de 4% a 3,4%.

«Aún en épocas de alta cotización del maíz, el precio del bioetanol a base del cereal que surge de la aplicación de la fórmula ha sido más bajo que el producido en base a caña de azúcar», señala la cámara.

Los legisladores que impulsan el tratamiento de la ley de biocombustibles están convencidos de que es el lobby de las provincias petroleras el que impidió su incorporación al temario de sesiones extraordinarias. «El compromiso excedió al que tomó Sergio Massa como presidente del cuerpo, se aprobó por unanimidad en la comisión de Labor Parlamentaria», dijo uno de los diputados del Interbloque Federal.

Una posibilidad que barajan es que se termine impulsando una iniciativa que deje afuera de los beneficios fiscales a las grandes productoras del sector y que se concentre en las pymes. Frente a esa posibilidad, los que defienden los incentivos sostienen que la ley tuvo un espíritu «estratégico» y no de promoción de un sector.

Fuente: La Nación