La participación de la energía eólica en la torta de las renovables representa un 76% aproximadamente. En potencia instalada, son unos 2700 MV aproximadamente y fueron incorporados al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) en los últimos cuatro años con inversiones que en total ascienden a u$s 3.000 millones.
Para el gerente general de la Cámara Eólica Argentina (CEA), Héctor Ruiz Moreno, el proceso de introducción de la generación eólica en el país se pudo dar de la mano de las subastas que se hicieron en las distintas rondas del programa RenovAr. Después como complemento se abrió la posibilidad de las negociaciones directas con los grandes usuarios.
"Era viable y conducente hacerlo por medio de subastas, lo que trajo aparejado la baja sustancial de los precios al momento de competir por las adjudicaciones. Así entraron muchísimos proyectos", sostiene el directivo de CEA a +e.
“Ahora no está claro si van a haber nuevas subastas. Lo que sí se podría inferir por las últimas regulaciones y conversaciones con las autoridades, es que se va a dar prioridad al Mercado a Término de Energía Eléctrica de Fuente Renovable (MATER según las siglas), que son los contratos entre privados. Entendemos que todavía queda ahí un campo para el desarrollo, pero todavía no hay una resolución definitiva”, agrega.
Con relación a los costos de la energía eólica, según el directivo, son cada vez más competitivos. “Cuando se inició el proceso de subastas, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) esperaba precios de u$s 70 el MW y terminaron en casi 40 dólares. La tendencia es a la baja y por esa razón es que compiten y son complementarias”, indica y añade que además hay que dar cuenta de los saltos cualitativos que ha dado la tecnología.
“Cuando se empezaron a importar los aerogeneradores tenían 2 MW de potencia máxima, hoy se esta hablando de 4 o 5”, detalla Ruiz Moreno.
No obstante, el titular de CEA señala como paso previo para continuar con el desarrollo del sector, a fin de cumplir con las metas que marca la Ley 27.191 que para 2025 prevé una participación de las renovables de un 20% en la matriz energética -y que hoy alcanza un 9%-, la necesidad de revisar algunos proyectos que fueron adjudicados en las rondas RenovAr y aún no fueron puestos en marcha.
“El gran obstáculo que hoy tiene el sector está en esos proyectos que no han tenido ningún avance ni tienen la intención de llevarse a cabo y obstaculizan la capacidad de transporte para esos que sí podrían avanzar”, afirma el representante de la CEA, que representa un 75% de las empresas vinculadas a la generación eólica del país, y asegura que este tema “está en la agenda de las autoridades y en breve va a ser solucionado”.
En total, los parques eólicos que están operando en el país son 44, mientras que los proyectados o en construcción son poco más de 20. “Entre esos 20, los que, aunque con demoras sí están en desarrollo, sumarían entre 500 y 1000 MW; en tanto, entre 5 y 10 proyectos no han mostrado ningún tipo de avance”, estima Ruíz Moreno y aclara que hay que hacer la diferenciación entre los que están en construcción, pero no han cumplido con las fechas establecidas por los retrasos que en gran medida se explican por todo el contexto mundial de la pandemia, y los que no han hecho nada.
"Son dos escenarios que hay que analizar. Están los proyectos que cuentan con inversión genuina pero no lograron los objetivos o las fechas comprometidas, pero esos proyectos deberían no ser penalizados por toda la problemática macroeconómica mundial adicional que es consecuencia de la pandemia. Me refiero a los que han ido continuando a otro ritmo, pero lo han hecho y lo siguen haciendo. Ha habido un proceso de prórrogas en estos casos. Y, por otra parte, están los que se presentaron de manera especulativa y no han tenido ningún avance desde que fueron adjudicados. Las autoridades los deberían analizar para que los adjudicatarios desistan y liberen la capacidad de transporte", explica Ruiz Moreno, directivo de la entidad empresaria que se constituyó en 2018.
A su entender, la agenda del sector debe priorizar ese tema. “Definir qué proyectos son los que no han funcionado, liberar la capacidad de transporte, facilitar la negociación entre privados, y tal vez volver a hacer subastas, son los primeros pasos, lo que hay que resolver en lo inmediato. Después habrá que revisar las regulaciones en el país para adaptarlas a los nuevos desafíos y ver la seguridad jurídica, cómo se soluciona la cuestión del financiamiento. Son cosas sobre las cuales hay que trabajar. Estamos en contacto con las autoridades para poder hacer nuestros aportes”, puntualiza Ruíz Moreno.
Con respecto al financiamiento, el representante de la Cámara describe que el apalancamiento de todos los proyectos eólicos proviene de bancos internacionales u organismos de multiparticipación financiera.
“Es un tema delicado porque todos los contratos son en dólares y el financiamiento de estos proyectos es en dólares; no existe ningún emprendimiento de este tipo que no se haya desarrollado con un apalancamiento externo. El retorno de ese financiamiento esta pactado en dólares. Hay que hacer acuerdos muy claros, porque cambiar la ecuación económica de los contratos perjudica mucho el desarrollo. Hay que tener muy claro el marco económico financiero de estos proyectos”, subraya Ruíz Moreno. “Tan importante es la estabilidad contractual de estos proyectos que incluso el Estado promulgo una ley en ese sentido. Son inversiones de 200 millones de dólares en adelante”, completa.
Si bien los desafíos son muchos, Ruiz Moreno plantea que desde la CEA se mantiene un “prudente optimismo”. “Creo que el sector eólico es uno de los que va a continuar creciendo, además el presidente Alberto Fernández se ha referido la energía eólica como prioritaria y ha visitado el parque Arauco en La Rioja, y lo entendemos como señales positivas. A pesar de que ha sido un año difícil para todos, no ha sido un año perdido porque una porción importante de proyectos ha podido alcanzar sus objetivos”, concluye.
Fuente: La Mañana Neuquén