El sindicalista Jorge Ávila valoró las campañas de vacunación que se están llevando en todo el país con la Sputnik V, el antídoto para el COVID-19. El titular del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut remarcó que más de 1000 trabajadores fueron afectados por el nuevo coronavirus.
La crisis por la pandemia golpeó a la alicaída provincia del crudo Escalante, con suspensiones en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo. Los operarios son parte de los acuerdos salariales recientes (ver pág. 7).
“Así como en abril pusimos el hombro, es hora de empezar también a recibir parte del esfuerzo que se ha entregado en el campo porque hay trabajadores que hace seis o siete meses que todavía no pueden volver a trabajar”, señaló.
“Las soluciones no vienen solas, pero no vamos a permitir que se mire para otro lado mientras hay gente en su casa que podría ser vacunada”, subrayó el sindicalista chubutense.
De acuerdo con Ávila, en el gremio hubo 1000 trabajadores que fueron alcanzados por el COVID-19 el año pasado. “No queremos que se agrande ese número”, dijo. En ese sentido, valoró el esfuerzo del presidente Alberto Fernández en traer los lotes con vacunas desde Rusia para empezar a transitar la inmunización.
“Es necesario trabajar para proteger a la industria en el campo, porque sin trabajadores no va a haber producción, que es en lo que puede sustentarse nuestra provincia. Es hora de que las operadoras hagan también un esfuerzo para ver cómo nos vacunamos cuando vayan llegando las dosis a la Argentina”, enfatizó el titular del gremio petrolero de base.
Desde Chubut pudieron sostener la producción a través de la experiencia que tiene la cuenca con la venta de crudo Escalante al exterior. No obstante, los coletazos de la pandemia afectaron a la principal actividad económica de esa provincia.
Fuente: La Mañana Neuquén