El Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF), que se aplicará en Bolivia a partir de este 2020, es el más bajo de Sudamérica. La medida busca equilibrar una desigual distribución de la riqueza y utilizar recursos “ociosos” en proyectos de desarrollo social.
Por ejemplo, Colombia aplica este impuesto con una tasa única del 1% para los patrimonios netos superiores a $us 1,5 millones; mientras que en Argentina se aprobó en los pasados días la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario que grava de forma variable los capitales de personas naturales y jurídicas con 2% y el 3,5% cuando la fortuna declarada ante el fisco supere los $us 2,5 millones.
No obstante, en el caso de Bolivia, el IGF —que sigue en tratamiento en la Asamblea— alcanza a fortunas por encima de $us 4,3 millones (Bs 30 millones) de forma progresiva y con descuentos, es decir, aquella persona natural que tenga mayor patrimonio pagará más.
Fuente: La Razón
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