Su métrica crediticia para una de las mayores petroleras de América Latina seguirá siendo débil en el futuro inmediato, explicó la calificadora en una actualización semestral, citando los bajos precios del petróleo, la carga de la deuda de Pemex y la baja inversión.
Además, dijo que el análisis de la nota de Pemex, actualmente en “Ba2”, incluye la suposición de que la estatal continuará recibiendo apoyo del gobierno en caso de que sea necesario.
“Debido a que la nota crediticia de Pemex depende en gran medida del apoyo del gobierno de México, un cambio en nuestros supuestos sobre el apoyo del gobierno y su puntualidad podría llevar a una baja de la calificación de Pemex”, advirtió Moody's.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha inyectado recursos a Pemex, cuya deuda financiera es de unos 107 mil millones de dólares, y tomado medidas para reducir su pesada carga fiscal.
Sin embargo, la empresa mantiene finanzas débiles y no logra revertir el declive en su producción de crudo y gas, afectada además por los débiles aún precios del crudo.
Fuente: Jornada