Cada día gobiernos y empresas se fijan metas de descarbonización, pero para algunos esta tarea puede ser más desafiante y bien lo saben. por ejemplo, en Porsche. Reorientar su oferta a modelos 100% eléctricos para ellos no es suficiente, pues en paralelo cerca del 70% de los vehículos de lujo convencionales que han comercializado siguen operativos y sus dueños, que tienen un lazo emocional con ellos, se rehusan a migrar a otra tecnología.
“Porsche tuvo que salir a buscar una solución para que esas personas puedan seguir conduciendo esos autos sin dañar al medio ambiente, y con eso aportar a la meta de descarbonización de la propia Porsche”, explica Clara Bowman, gerente general de Andes Mining Energy (AME), la firma que impulsa en Magallanes el proyecto HIF (Highly Innovative Fuels), la primera planra piloto de gasolina sintética a partir de hidrógeno verde, producción que será adquirida por la matriz germana.
AME está vinculada a inversionistas locales del mundo de la energía -como su presidente César Norton- y exejecutivos del sector inmobiliario, junto con una participación del fondo EIG Partners. La ejecutiva dice que el acuerdo con Porsche fue el corolario de un proceso que les tomó cerca de siete años, desde la primera idea hasta llegar al proyecto que acaba de iniciar su trámite ambiental y requerirá un desembolso de US$38 millones. Este monto parece insignificante para los gigantes de la industria energética que con distintos roles están involucradas en esta iniciativa: Enel Green Power, Siemens, ExxonMobil y la estatal china Sinopec.
El propano es el único derivado del hidrógeno verde que ya tiene mercado disponible
Al rememorar las historia, Bowman dice que la primera idea que tuvieron fue poner un parque eólico y generar electricidad. Corría 2013 y tras hacer las mediciones y determinar que el recurso era bueno, buscaron un socio que tuviera experiencia en esos proyectos. Fue así como llegaron a Enel Green Power y junto a ellos notaron que la demanda local era insuficiente para justificar un desarrollo de envergadura.
Fuente: El Mercurio