Con el argumento de seguridad alimentaria y ante el favoritismo a empresas privadas, el Gobierno derogó varios decretos supremos, algunos específicamente para retomar el control a las exportaciones y agilizar los tributos adeudados por contribuyentes, que fueron diferidos por la pandemia y la desaceleración de la economía.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, fue claro al señalar que las normativas no cumplieron su rol y además frenan nuevas medidas para reactivar la economía nacional.
Nombró, por ejemplo, el decreto que creó el Fondo de Reactivación (Fore) con 12.000 millones de bolivianos que no fue desembolsado; la misma suerte corrió el Fondo de Garantías Sectoriales (Fogasec), con 1.100 millones de bolivianos ni se constituyó, y el Fondo de Garantía de Vivienda Social y Solidaria (Fogaviss) fue desembolsado a un Fideicomiso, pero no se ejecutó ni garantizó ningún crédito de vivienda.
Fuente: El Diario
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