Sumarán unos 500.000 barriles divididos entre todas las naciones miembros.
El plan inicial contemplaba el ingreso de 2.000.000 de barriles en enero, pero según la lectura del grupo la volatilidad actual del mercado no daba la seguridad para sumarlos. Aún resta definir si sumarán la misma cantidad los meses posteriores o si se esperará para ver cómo evoluciona el mercado.
La decisión de incorporar al mercado solo un cuarto de lo que estaba programado fue el punto medio que alcanzó la OPEP para causar el menor impacto negativo en el mercado y también para evitar una ruptura interna por las diferencias crecientes que se acumularon en las últimas semanas entre algunos miembros del grupo. Incluso los Emiratos Árabes Unidos amenazó hasta irse del grupo si no se liberaban algunos barriles desde enero.
El objetivo del las naciones es que durante el primer trimestre del año haya un pequeño “déficit” de petróleo para que los países utilicen sus abultados inventarios, mientras que la demanda se termina de estabilizar.
Los economistas de la OPEP calcularon que si hubiesen seguido adelante con el aumento total de la oferta era casi garantizado un superávit de crudo, algo que habría “dinamitado” la recuperación de precios lograda en el año. Como siempre el mercado respondió inmediatamente después de la decisión y si bien el alza del Brent fue de apenas un 1,79%, lo importante es que no afectó negativamente.
“Estoy más que seguro de que tomamos una decisión bien fundamentada y equilibrada. Entendemos que hoy todos los ojos están puestos en nosotros”, expresó el exministro de Energía y actual viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, que representa su país frente a la OPEP.
Con el nuevo plan de recortes, la OPEP dejará de producir 7.200.000 barriles a partir de enero, en lugar de los 5.700.000 que estaba pactado. Vale recordar que en abril el grupo decidió dejar de producir unos 9.700.000 para estabilizar los precios de mercado por la crisis mundial.
Fuente: EFE