Pese a los indicadores positivos tras los meses duros por las medidas de restricción a la circulación, los surtidores no están en una etapa de despegue. Con la flexibilización de la cuarentena, las estaciones de servicio vieron un alivio en sus ventas.
Además, con la reducción de casos de COVID-19 podría haberes hasta esperado un salto de recuperación. Sin embargo, en el sector de los estacioneros recién esperan volver a vender un volumen de gasoil y naftas como en los tiempos previos a la pandemia en diciembre del 2021.

Según los datos con series desestacionalizadas a nivel nacional, el gasoil está en un 87,5% de recuperación y las naftas en un 71,1%. Este análisis fue una de las conclusiones del más reciente informe de Economic Trends a pedido de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha).

Los datos correspondiente al mes de octubre convalidan la hipótesis de que esta situación de meseta en las ventas que se observa en los últimos meses, sin crecimientos significativos, se trataría de la “nueva normalidad” para los surtidores de todo el país. Este sería el tope, al menos hasta que se vuelva a cierta actividad una vez que pase la campaña de vacunación contra el COVID-19.

“Somos optimistas y deseamos la recuperación de la economía. Si bien me gustaría dar buenas noticias en cuanto a números, a este ritmo recién en diciembre del 2021 podríamos tener los valores previos a la pandemia. Estaríamos dentro de un periodo importante de ventas bajas”, dijo Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha, en una conferencia de prensa a través de Zoom.

Además, en Cecha consideran que los incrementos de precios, que negocian las petroleras, siguen por debajo del índice de inflación y llevan a muchos estacioneros a trabajar a pérdida. Las naftas aumentaron un 14% en lo que va del año. “Los combustibles fueron los productos que menos subieron en el año, pese a la inflación”, dijo Bornoroni.

De seguir este ritmo lento, recién en diciembre de 2021 se podría volver al volumen de ventas pre-COVID.

Comparadas con otros rubros, las naftas también subieron menos que los alimentos (31,85%), la indumentaria (49,3%), equipamiento para el hogar (30,4%) y el transporte (22,9%). Incluso, dentro del sector alimenticio, el aumento fue mucho menor que la leche (17,9%), el pan (21,8%), la carne (30,4%), las frutas (44,46%) y las verduras (103,3%).

A esto hay que sumarle la pérdida del ATP para las estaciones de servicio, el programa por el cual Anses les reconocía la mitad del sueldo a los trabajadores del sector privado.

Pese a haber sido consideradas un servicio esencial, las bocas de expendio que estuvieron con las puertas abiertas durante los ocho largos meses de aislamiento social perdieron dinero en la ecuación económica.

Gabriel Bornoroni El coronavirus sigue presente Como indicó Bornoroni en la conferencia para periodistas de todo el país, la expansión del home office, que no haya clases presenciales y la reducción de movimiento en la gastronomía están impactando directamente en la recaudación de cada una de las estaciones de servicio.

En perspectiva que realizó Economic Trends para Cecha, el mercado está 20 puntos porcentuales menos de volumen de combustible en venta después de la debacle de abril, el mes de la cuarentena total que significó prácticamente un apagón de la economía.

En octubre se vendieron 672.942 metros cúbicos de gasoil, un producto que dejó de crecer desde junio. En cuando a naftas, fueron 516.471 metros cúbicos vendidos. Peses a que las naftas están mostrando una recuperación lenta, todavía está en niveles bajos (en febrero fueron 726.066 metros cúbicos). Un poco de esperanza despierta para el gasoil las cosechas y para las naftas el turismo.

La tendencia de la meseta se puede ver en las provincias de Neuquén y Río Negro, que desde junio observan una remontada de sus ventas muy leve. Las expectativas de la vuelta de equipos de perforación y sets de fractura en Vaca Muerta podrían darle un impulso al gasoil, mientras que la habilitación del turismo ya empieza a convertirse en una chance de recuperar algo de lo perdido para el turismo.

Fuente: La Mañana de Neuquén