Es una parte neurálgica de la fusión de las empresas petroleras estatales. La refinación de crudo en el Ecuador no pasa su mejor momento por fallas técnicas, políticas y hasta actos de corrupción.
Las tres refinadoras acumulan paras y errores que generan pérdidas económicas para el país. Solo entre enero y septiembre de este año, según datos de la empresa pública Petroecuador, las plantas frenaron sus actividades -total o parcialmente- 27 veces.

La mayoría de estas detenciones no fueron programadas y arrastraron pérdidas económicas.Un estimado de la anterior administración general de Petroecuador afirmaba que cada paralización puede costarle hasta 1,5 millones de dólares al Estado. Sobre todo, por las operaciones y producción de la Refinería de Esmeraldas.

¿Cuál es el problema? Un reporte de la refinación del Estado muestra que, entre otros factores, la pandemia de COVID-19 y las fallas técnicas por la antigüedad de los equipos jugaron en contra del sector hidrocarburífero. La Refinadora La Libertad, por ejemplo, detuvo sus operaciones por el aislamiento de su personal ante el riesgo de contagio de coronavirus. La suspensión en esa planta, ubicada en Santa Elena, también respondió que la baja capacidad para almacenar derivados de petróleo. Ante el aislamiento domiciliario obligatorio del segundo trimestre del año, Ecuador acumuló demasiados combustibles que no podía comercializar.

En la Refinería de Shushufindi, las reducciones también respondieron a la pandemia y a la capacidad limitada de almacenar derivados luego de los envíos de crudo que hizo la otra empresa estatal, -próxima a fusionarse con Petroecuador- Petroamazonas.De las 27 paralizaciones, sin embargo, la mayoría se dieron en la Refinería de Esmeraldas. 17 veces se interrumpió la actividad de la planta valorada en 1.556 millones de dólares.

¿Qué problemas existen? Petroecuador detalló que hay daños considerables en unidades vitales para la operación diaria. Hay inconvenientes, además, en el Sistema Nacional Interconectado de electricidad (SNI).En la Unidad FCC, considerada por expertos como el ‘corazón’ de la refinería, hay “daños considerables, se evidencia una fuga de aceite y se observa una obstrucción”.

Los fallos provocaron una paralización total de la planta durante siete días en mayo.Otro paro total de la Refinería de Esmeraldas respondió a fallas eléctricas en 11 subestaciones de la planta.Esa refinería, que acumula problemas técnicos en sus unidades y estuvo en medio de varios actos de corrupción durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, está en proceso de concesión y ya existen inversores interesados.

EXPRESO publicó el sábado que un grupo de inversionistas extranjeros (de empresas como KBR y Hyundai) están en el país para conocer la refinadora y continuar en el proceso de licitación.Aunque el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables afirmó que hay varios interesados en la licitación, solo trascendió el consorcio internacional mencionado.El gobierno del presidente Lenín Moreno espera que con ese traspaso a manos privadas, la Refinería de Esmeraldas obtenga inversiones por más de 2.400 millones de dólares. Este es un nuevo intento por contar con una mejor capacidad refinadora en el Ecuador.

Fuente: Expreso