Se informó que en los 31 días de octubre la EBY proveyó a sus clientes (ANDE y Ebisa de Argentina) 1.321 GWh, 10 GWh más que en setiembre (1 GWh es igual a 1.000 MWh).
Del total correspondiente a la producción de octubre, la ANDE retiró 288 GWh, 187 GWh más que en setiembre, 22 GWh más que en marzo, el que en los anteriores nueve meses de este ejercicio era el pico más alto del diagrama de aprovechamiento local de la energía de Yacyretá, la central más costosa para el país en aporte de territorio.
En la curva de consumo paraguayo de la energía de Yacyretá, recordemos el punto más acentuado de depresión coincidió con junio, un mes alejado ya de los epicentros de la cuarentena anticovid-19. En junio, la empresa estatal paraguaya aprovechó de la generación de Yacyretá 51 GWh, el 17,7% de la cifra correspondiente a octubre y 19,2% de la cantidad que retiro la ANDE en marzo pasado.
El comportamiento irregular de la curva de aprovechamiento de la energía de Yacyretá en nuestro mercado se constituye en una insoslayable evidencia de que el país carece de una política energética, específicamente con relación a las grandes centrales binacionales en las que es propietario por partes iguales con Brasil y Argentina.
Otro dato relevante de octubre pasado se relaciona con la participación paraguaya en el aprovechamiento de Yacyretá, la que trepó hasta el 21,8% y mermó la argentina y, a través de Argentina, Brasil, a un 78,2%. Si nos limitamos a la energía paraguaya, veremos que la ANDE aprovechó el 43,6% y cedió el 65,4%. Cabe esperar que este ascenso se mantenga, aunque lo más probable es que, como en casos anteriores, nuestra tasa de aprovechamiento vuelva a desplomarse, como ocurrió después de marzo pasado.
Fuente: ABC