Era un momento en el que sobraba el gas, y había un estímulo a la producción en Vaca Muerta. Pero la petrolera estatal cambió esa estrategia de negocios y decidió cancelar el contrato. Informó que pagará US$ 150 millones para finalizar el vínculo. Durante los años de abundancia de gas en Vaca Muerta, YPF trató de exportar gas, convirtiéndolo en GNL.
De esa forma, la idea era conseguir valor agregado. Ese paso impensado, para un país que había importado US$ 51.000 millones en GNL durante las anteriores gestiones kirchneristas, quedó sepultado.
El buque regasificador que Exmar tiene en Bahía Blanca exportó cinco cargas. El fin del contrato es una muestra de los vaivenes energéticos argentinos y el cambiante escenario internacional.
YPF no puede afrontar un contrato de US$ 50 millones anuales. Aunque el precio del gas internacional podría recuperarse a mediano plazo, la petrolera ya no utilizará esa plataforma para las exportaciones. YPF tomó la decisión de exportar gas en 2018. Por los estímulos oficiales de la administración de Mauricio Macri, comenzó a sobrar gas en Vaca Muerta.
La gestión anterior de YPF decidió que era mejor industrializarlo y despacharlo como gas líquido (GNL), con mayor valor agregado. En ese momento, se podían conseguir US$ 8 por millón de BTU -la unidad de medida del sector- exportados, cuando el gas sin industrializar se despachaba a menos de la mitad. Pero todo cambió en marzo de 2020.
Los valores de los commodities energéticos comenzaron a caer. Y la pandemia paralizó la economía. A YPF dejó de resultarle rentable exportar, ya que conseguía US$ 4 por millón de BTU, la mitad que en sus planes originales
. A fines de abril, cambió la cúpula de YPF. Ninguno de los defensores de las exportaciones (el anterior presidente, el anterior CEO o el responsable de gas) siguieron en la compañía. Los pagos a Exmar estaban paralizados desde marzo. La nueva gestión les comunicó a los belgas que no le pagaría por razones de “fuerza mayor”. Exmar procesó gas hasta mayo, como lo pauta el contrato.
El barco se quedó y la belga tuvo que pagar el mantenimiento del buque -que tiene tripulación extranjera, que cobra en dólares. Durante las épocas de Julio De Vido como mandamás de las importaciones de GNL, Argentina llegó a pagar US$ 15 por millón de BTU.
Para evitar esa situación, Cambiemos quiso construir una operación que meter al país en el exclusivo club de exportadores de GNL, donde los miembros no llegan a una decena. La rescisión del contrato llega por acuerdo entre las partes.
Aunque el precio del petróleo crudo se recuperó, la trayectoria del GNL todavía no. En YPF razonan que la operación de exportación es redituable a determinados valores. Con el GNL a US$ 3 a YPF le queda poco margen.
Fuente: Clarín