La libre importación de combustibles ha encendido las alertas en las estaciones de servicio.
Sin un mecanismo claro que garantice el despacho de distintos tipos de derivados para todas las empresas comercializadoras y sin un sistema que también cobije a las pequeñas gasolineras, se enciende el debate sobre el nuevo modelo del Gobierno.

Aunque Iván Casanova, secretario de la Asociación de Propietarios de Gasolineras del Guayas, sostiene que el decreto no perjudica a nadie, porque Petroecuador tiene suficientes tanques para alquilarlos a las comercializadoras de combustibles, hay voces de preocupación sobre el destino de unas 700 a 800 estaciones pequeñas, que son mayoría.

Una de esas voces es la de Leonardo Alvarado, dueño de una estación de servicios y expresidente del gremio: “Supongamos que cada importador traiga una especificación diferente, entonces significaría que Petroecuador tendría que asignar un tanque para cada importador de combustible, sea para gasolina súper de 92, o para la de 98 octanos, como ha planteado el ministro, de mejor calidad. Y el diésel con especificaciones Euro 5”. Eso no es factible ahora.

El ministro ha dicho que hasta ahora solo Exxon Mobil (Terpel) y Primax están interesadas en importar.

“Estas son las que estarían en mejores condiciones”, resalta Alvarado.

Primax, dice, tiene una presencia importante en nuestro mercado y va a dar prioridad a sus estaciones de servicio; “en ese momento estas, posiblemente, van a estar mejor abastecidas que aquellas que no pueden importar y que van a estar sometidas a las importaciones de otras comercializadoras o de quien esté importando en el momento”.

Diario EXPRESO intentó contactarse, sin éxito, por teléfono con Karla Hi-Fong, jefa de marketing y comunicación de Primax en Ecuador.

¿Las pequeñas son importantes? “Las gasolineras pequeñas distribuidas en el país representan más del 80 % de las estaciones, es decir de 700 a 800 estaciones diseminadas en carreteros, poblaciones pequeñas, ciudades distantes de los centros de distribución. En promedio, en este tipo de gasolineras, cada mes, venden entre 100.000 y 150.000 galones, como máximo”.

Según sectores vinculados al negocio, el decreto sienta las bases para ir de un monopolio estatal a un duopolio privado, ya que solo dos empresas tienen músculo financiero para importar grandes volúmenes, lo que generaría tres consecuencias: ausencia de inversiones, desaparición de competidores pequeños y mayores precios para el consumidor.

En 2019 las cinco principales empresas privadas del sector facturaron $ 2.059 millones, el 50,10 % del total de dos relacionadas: Primax y Atimasa.

Y si algunas empresas pudiesen ponerse de acuerdo en la importación, serán necesarias tres condiciones: músculo financiero para pagar el alto costo de cada embarque del producto y el flete; capacidad financiera o volumen de operación a nivel regional o mundial que permita acceder a mejores precios de los productos y condiciones de flete; y posicionamiento en el mercado internacional (ventaja competitiva frente a refinerías y traders internacionales). Es decir, según los gasolineros pequeños se corre el peligro de "entregar un activo estratégico a multinacionales".

Este Diario pidió a Petroecuador el detalle del proceso para almacenar y despachar combustibles de otras empresas, pero no se dieron detalles.

A FAVOR. Según René Ortiz, ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, en el proceso de importación de combustibles las empresas privadas podrán introducir al mercado un combustible nuevo y establecer un precio competitivo.

EN CONTRA. Solo empresas multinacionales podrán cumplir con las condiciones para importar: tienen economía de escala, músculo financiero y presencia en los mercados internacionales, manifiestan distribuidores locales.

Fuente: Expreso