En su escenario principal, la IEA proyecta que una vacuna y tratamientos podrían permitir una recuperación de la economía global en 2021 y una recuperación de la demanda energética en 2023, según el informe anual de perspectivas de la agencia, que asesora a los gobiernos occidentales sobre sus políticas energéticas. . Pero en un escenario de "lenta recuperación" este cronograma se postergaría dos años, señaló la entidad.

En este caso, la AIE predice que una nueva caída en el corto plazo dificultaría el crecimiento potencial de la economía, con quiebras y cambios económicos estructurales que harían que algunos activos físicos se volvieran improductivos.

La agencia con sede en París prevé que la demanda mundial de energía caiga un 5% en 2020, mientras que se espera que las emisiones del sector disminuyan un 7% y las inversiones en energía caigan un 18%.

Se espera que la demanda de petróleo disminuya en un 8%, mientras que se espera que el uso de carbón disminuya en un 7%, con un ligero aumento en el uso de energías renovables. El jefe de la AIE, Fatih Birol, dijo a Reuters que los gobiernos se están quedando atrás en la implementación de políticas para lograr los objetivos climáticos.

"La era de crecimiento de la demanda mundial de petróleo llegará a su fin en los próximos 10 años, pero en ausencia de un cambio importante en las políticas gubernamentales, no veo una señal clara de un pico (en la demanda). La recuperación de la economía mundial debería pronto devolver la demanda de petróleo a los niveles previos a la crisis ", dijo.

Las incertidumbres sobre la demanda futura y la caída de los precios en 2020 significan que los productores no están seguros de cómo tomar decisiones de inversión, advirtió la AIE.

Fuente: O Globo