La cifra es de la Asociación de Productores de Alcohol del Ecuador (Apale), cuyos datos señalan que en marzo la deuda era de USD 3,8 millones. Para el sector, los atrasos generan inconvenientes en la cadena de pagos. La deuda afecta a la liquidez de las industrias y, por ende, se retrasan las obligaciones con los pequeños productores de caña y de alcohol artesanal. El etanol es un insumo clave que utiliza Petroecuador en la producción de gasolina ecopaís, dentro del Plan Nacional de Biocombustibles.
Gustavo Heinert, titular de Apale, explicó que en marzo la empresa petrolera suspendió, temporalmente, los contratos que mantiene con las destilerías, producto de la emergencia sanitaria y de la restricción de movilidad en todo el país. Entre marzo y junio, las entregas de etanol bajaron un 84%, según datos de Apale.
Una parte de ese producto se almacenó en bodegas y otra fue destinada a la industria farmacéutica. Con la reactivación paulatina de las actividades económicas en el país y con los cambios de semáforo en las provincias, el consumo de combustibles nuevamente se incrementó. Debido a ello, la empresa estatal reanudó la compra de alcohol a las industrias locales a partir de la última semana de julio, pero no los pagos. En el país, Codana, Producargo y Soderal son las destilerías de los tres principales ingenios (Valdez, Coazúcar y San Carlos, respectivamente), las cuales dotan de etanol para la producción de ecopaís.
Según Heinert, en julio pasado las industrias dialogaron con las autoridades del Ministerio de Energía para armar un nuevo cronograma de pagos, el cual no se cumplió. La propuesta de los industriales era que se cancelara en dos partes los montos adeudados. El 50% en julio y el resto a finales de agosto. xxLa venta de etanol para combustibles representa el 70% de los ingresos para las destilerías. El resto se vende a otros segmentos, como licorero, farmacéutico y cosmetológico. Cañicultores de La Troncal (Cañar), Milagro y Naranjito (Guayas) dicen que la afectación por la falta de pago crece a medida que pasan los meses.
Del cultivo de 110 000 hectáreas de caña en el país, el 80% se usa en la producción de azúcar y el resto para generar etanol. José Vásquez, de la Asociación de Productores de Caña de Azúcar de Milagro y Cañicultores Unidos, señala que el incumplimiento de pagos pone en alto riesgo 200 000 empleos directos e indirectos que están ligados al sector. “Vendemos la caña a los industriales y ellos comercializan el etanol con Petroecuador, pero la cadena se detiene porque no hay dinero para pagarles y para pagarnos”, dijo.
Petroecuador había informado en agosto que los pagos pendientes se debían a la falta de asignación de recursos del Ministerio de Economía. Este Diario solicitó una actualización de esa información, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. Otro de los elementos que genera incertidumbre a las destilerías y a los cañicultores es el Decreto de septiembre pasado, que libera la importación de derivados. Aunque el Gobierno aclaró que la medida solo aplica para industrias y que el Plan de Biocombustibles sigue, el sector teme que una mayor liberalización a futuro pueda poner en riesgo el programa. La preocupación es que los productos que se traigan de afuera pueden venir activados con otro tipo de etanol (no de caña) que son más baratos.
Fuente: El Comercio