Mejor precio. Por la pandemia, Argentina pagó la mitad por el GNL y el gas de Bolivia que debió usar para la generación eléctrica.

La fuerte caída de los precios del gas que la Argentina importa para afrontar el pico de demanda del invierno disimuló este año la importante baja de la producción doméstica, aunque el escenario advierte la sangría de dólares que puede significar en 2021 si no se reactivan las inversiones en los yacimientos neuquinos.

El efecto de la pandemia a escala global benefició al país en un momento en que la sequía de dólares es apremiante. Este año, Argentina consiguió los precios más bajos de su historia en la importación de gas natural licuado (GNL). La empresa estatal IEASA compró 28 cargamentos a un promedio de u$s 2,87 el millón de BTU, un 51,5% menos que los u$s 5,92 que pagó el año pasado. La operación demandó unos u$s 220 millones.

Este invierno, la terminal de regasificación de GNL de Escobar registró en agosto un récord histórico de inyección de gas de 22,7 millones de metros cúbicos día (MMm3/d) para atender el pico de demanda por las bajas temperaturas en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

“Se pensaba que este año iba a haber una baja de la demanda que iba a estar salvada con la producción local, pero la verdad es que hubo muchísimo consumo de combustible líquido para generación eléctrica y las nominaciones de regasificación fueron a máxima capacidad del buque. Se trabajó a full. No hemos tenido ninguna interrupción en una época muy complicada por la pandemia, en la que hay que reconocer el trabajo de la tripulación argentina”, indicó a +e Gabriela Aguilar, gerenta general de Excelerate Energy Argentina, la compañía que opera el buque de GNL ubicado en el río Paraná.

Por otro lado, el escenario derivado de la pandemia también benefició al país por la baja de precios de la principal fuente de importación de gas: la producción de Bolivia. Según datos del país vecino, para el trimestre julio-agosto-septiembre de este año, la cotización fue de u$s 3,59 dólares el MBTU, es decir, un 56,4% menos que los u$s 6,25 que se pagaron en el mismo periodo del año pasado.

Si bien se espera que para 2021 el escenario global de precios siga deprimido, los pronósticos indican una tendencia a la suba. Se espera que el GNL ronde los u$s 4,50 el MBTU.

Entre enero y agosto de este año, se produjeron en el país 126,8 MMm3/d de gas, un 12,2% menos que en el mismo periodo de 2019. La caída de perforación de pozos de gas en los últimos dos años empieza a pasar factura. En agosto, la utilización de gas por parte de las usinas térmicas fue un 14,5% menor que el mismo mes de 2019, mientras que el uso de fueloil creció 164,8% y el de gasoil un 31,5%.

Generar con combustibles líquidos es cuatro veces más costoso que el gas local y el triple que el GNL.

En este contexto, el Plan Gas que lanzará Nación será clave un momento de crisis de divisas, para evitar más importaciones el año que viene.

Un “seguro” del sistema energético “Este fue un año récord de regasificación, y estamos muy orgullosos de Escobar porque la operación brindó la seguridad y la estabilidad del sistema energético argentino”, aseguró Gabriela Aguilar, gerenta general de Excelerate Energy Argentina.

“El precio actual del GNL colabora con la Argentina para poder hacer la transición de esta situación de contexto complejo con producción local a la baja, y permite acceso a energía más barata y limpia. Eso colabora, pero por otro lado, hace difícil el desarrollo de proyectos de exportación de GNL. Estamos en una transición. Hay que tomar la oportunidad en las condiciones adversas de un precio de GNL barato” dijo Aguilar. Agregó que desde 2008 a 2019, la importación de GNL permitió al país ahorrar u$s 12 mil millones en reemplazo de combustibles líquidos.

Fuente: La Mañana de Neuquen