Por decreto, el Poder Ejecutivo postergó la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbanono (IDC) para dentro de dos semanas Por la pandemia de coronavirus, el Gobierno había postergado la actualización de los impuestos que gravan a los combustibles hasta el 1 de octubre.
Sin embargo, el Poder Ejecutivo decidió posponer una vez más la suba hasta dentro de dos semanas. ¿Cuánto más podrían aumentar la nafta y el gasoil? Este jueves debían actualizarse el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbanono (IDC), ambos con impacto en el precio de los surtidores. Sin embargo, se prorrogó hasta el 16 de octubre. A través de un decreto que lleva la firma del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete Santiago Cafiero y del ministro de Economía, Martín Guzmán, el Poder Ejecutivo comunicó hoy en el Boletín Oficial la decisión de posponer el aumento al impuesto a los hidrocarburos. En efecto, se estableció que dadas “las circunstancias actuales y la necesaria estabilización de los precios ameritan que la actualización del primer trimestre de 2020 surta efectos desde el 16 de octubre de 2020, inclusive y que toda otra actualización se suspensa hasta el 1 de diciembre de 2020”. Los montos de ambos impuestos se deben actualizar cada trimestre, sobre la base del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, pero por la emergencia sanitaria el Gobierno decidió posponerla. No obstante, semanas atrás las compañías petroleras ya aplicaron una suba los precios, con un incremento promedio de 3,5% en todo el país. La pregunta que surge ahora es cuánto podría aumentar la nafta y el gasoil una vez que se haga efectiva la actualización impositiva dentro de dos semanas. Según consultoras, la medida podría provocar aumentos de 3,3% y 2,3 % sobre los precios de las naftas y el gasoil en la Ciudad de Buenos Aires. La consultora Energy Consilium, dirigida por el ex ministro de Energía durante el macrismo Juan José Aranguren, analizó que ambos impuestos deberían tener un incremento de 13,6%. Si se toman en cuenta los nuevos precios de la nafta super y gasoil, la actualización correspondiente al primer y segundo trimestre se podría traducir en aumentos de 3,3% y 2,3% sobre los precios de venta de naftas y gasoil para CABA. “De concretarse dichas actualizaciones, y dada la fijación del precio del petróleo crudo establecida en el Decreto 488/2020, las mismas podrán ser trasladadas al precio de surtidor o absorbidas por el margen de refinación de las compañías, afectando su caja y su desempeño”, detalló el informe que elaboró la consultora días atrás previendo que la actualización se hiciese efectiva este jueves. Luego del fuerte impacto de la cuarentena entre marzo y abril, con la flexibilización de rubros y actividades que autorizó el Gobierno, el mercado minorista de combustibles logró recuperar volúmenes de venta durante mayo y junio, Sin embargo, los datos de julio y agosto mostraron un freno en esa recuperación. “El mes agosto muestra volúmenes similares a los de junio y julio, alrededor de un 25% por debajo de los niveles registrados en febrero, antes de la irrupción de la pandemia en la Argentina. Por segundo mes consecutivo, las estadísticas muestran que la fuerte recuperación producida durante mayo y junio parece haber terminado”, explicaron desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha). “Si esta tendencia se confirma durante los próximos meses, habrá emergido una nueva normalidad, con un mercado 25% más reducido”, agregaron. Con la información hasta agosto, el volumen total de ventas de combustibles líquidos en el mercado minorista argentino, luego de la caída del 46,3% entre febrero y abril, se recuperó un 38,2% en mayo y junio, y solo un 1,4% durante julio y agosto. De esta forma, quedó un 27,7% por debajo del volumen de febrero. Desde la entidad, advirtieron que esta situación puede provocar un proceso de reducción de la cantidad de estaciones de servicio que pueden cumplir con el requisito de facturación para acceder al programa ATP, ya que la inflación hace difícil cumplir con el requisito de menor facturación, a precios corrientes, que un año atrás.
Fuente: BAE