conlleva indirectamente a la disminución de las reservas internacionales que ahora están por alcanzar un límite que podría poner en riesgo la estabilidad financiera del país.
Esta situación, que además representa un aumento de la deuda externa, se prolonga durante el gobierno actual ante la necesidad de enfrentar la pandemia del coronavirus, señala el informe sobre la Economía de Bolivia publicado por Fundación Milenio.
Aunque todavía existe espacio para aumentar la deuda externa —de momento igual al 28 por ciento del PIB—, el informe advierte que este espacio debe ser gestionado con prudencia, pues en el mediano plazo será inevitable controlar el déficit público, lo cual afectará el nivel de producción y el empleo debido a los costos sociales y políticos asociados a la medida.
El documento rememora que, a partir de la consolidación de las exportaciones de gas a Brasil, el país percibió importantes ingresos que dieron paso a la expansión del gasto público. Sin embargo, con la caída de los precios de los hidrocarburos a finales de 2014, los ingresos del gas bajaron considerablemente.
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