Se aspira a que el 9 de septiembre, 22 días después de empezar la travesía marítima, lleguen al nuevo puerto los isotanques normados donde se almacenó la sosa cáustica y dietanolamina gastadas, las cuales no pueden ser procesadas y eliminadas en el país.
Una vez en suelo francés, se hará el traslado vía terrestre hacia la planta especializada en Rousillon, para que en 90 días se realice el tratamiento de estos residuos. Una vez cumplido con estos procesos, se estima que el siguiente año, Petroecuador cuente con los certificados de disposición final, emitidos por el Ministerio del Ambiente y Agua.
“Ha sido un trabajo intenso de la empresa pública para lograr la exportación de estos residuos. Invertimos 7,9 millones de dólares para eliminar estos pasivos ambientales de Refinería Esmeraldas y continuaremos con todas las buenas prácticas ambientales para tener una operación más eficiente y menos contaminante”, destacó el gerente General de EP Petroecuador, Pablo Flores.
¿Qué se hará con los desechos?
El tratamiento que se realizará en Europa consiste en la incineración de la sosa a altas temperaturas, para asegurar la destrucción total de las sustancias y evitar que se formen compuestos secundarios nocivos para el ambiente. Este tipo de plantas cuentan con sistemas especializados para tratamiento de emisiones, asegurando así que los gases producto de la destrucción del desecho sean purificados previo a su emisión a la atmósfera.
Una vez finalizado este procedimiento con los residuos industriales enviados a Europa, la empresa contratista emite certificados de destrucción final del residuo, los cuales son aprobados por la autoridad competente, que es el Ministerio.
La Sosa Cáustica Gastada es una sustancia líquida corrosiva que se produce en las operaciones de tratamiento de la gasolina y del gas licuado de petróleo (GLP).
Fuente: La Hora - Ecuador