Se trata de un paper, un documento, que recorrió redes sociales, y que evidencia la posición de las principales empresas del sector, encabezadas por Vista, la petrolera que conduce Miguel Galuccio, aunque secundada por empresas de la talla de Tecpetrol, Pluspetrol, Exxon, CHNC, Petronas, Pampa, Equinor, Shell y otras. Estas empresas que producen en el país también han registrado exportaciones crecientes en los últimos meses. En el documento consignan que no existe en estos momentos ningún faltante de stock en las terminales. Sostienen que tanto en Bahía Blanca como en las caletas del Golfo existe stock suficiente para las refinerías, mientras señalan que no hay ningún motivo para que se frenen las exportaciones de crudo liviano, al argumentar que están siendo fundamentales para dinamizar el sector y sostener niveles de actividad en un momento complejo por la pandemia global.
Según consignan en este sector en particular, el planteo que esbozaron las refinadoras no integradas estaría basado en la intención de no afrontar en forma plena el desembolso de los u$s45 que estableció meses atrás el denominado “barril criollo”.
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El documento sostiene que “la única lectura posible es que las refinadoras están queriendo instalar un escenario de posible desabastecimiento, para infundir temor en el Gobierno nacional y provincial, y de esa manera acelerar un aumento de precios en surtidor o bien impulsar un precio de barril criollo a la baja”. Consideraron como una decisión “astuta, audaz y necesaria” que YPF, sumada a las productoras de petróleo, gobernadores de las provincias petroleras y sindicatos se pusiesen de acuerdo para “preservar la capacidad productiva de energía como forma de garantizar un precio de energía competitivo para la economía nacional en el mediano plazo, evitando tener que importar”.
En este sentido, reconocieron que, en el momento que el Gobierno crea conveniente, el precio del surtidor tiene que recomponerse, pero sobre todo subrayan la defensa del precio de paridad de exportación y un “piso” que garantice la sustentabilidad de la producción local, “así como cualquier medida que proteja al segmento del upstream que es el que más invierte y más riesgos toma en la cadena productiva del sector”.
En las últimas horas, las refinerías de las petroleras no integradas habían alertado que la falta de petróleo crudo disponible en el mercado local por los importantes volúmenes exportados en los últimos meses les genera dificultades para la producción de combustibles y derivados, con el consiguiente riesgo de tener que detener parte de sus operaciones e importar productos. Por otro lado, pedían un precio para el barril por debajo de los u$s45 para poder compensar la ecuación económica y no pedir un incremento en los surtidores. Trafigura (Puma), Raízen (Shell) y algunas compañías más pequeñas se encontraban en esta situación.
Fuente: Ámbito - Argentina