La ex Madalena Energy está buscando alternativas especialmente para poder afrontar los posibles desembolsos que tendrá que realizar cuando Pan American Energy (PAE) decida pasar a desarrollo masivo su área Coirón Amargo Sureste (CASE) en la que tiene una participación del 35%. “Necesitamos financiamiento para poder pasar a producción masiva”, afirma una fuente cercana a la compañía canadiense. No es para menos, en caso de que esto ocurra deberán invertir unos 350 millones de dólares en un plazo de ocho años, aunque en los primeros es donde mayor cantidad de dinero requiere el proceso. Esta es una suma elevada para la compañía canadiense que en el primer trimestre desembolsó 5,09 millones de dólares en sus áreas, de los cuales 5 millones fueron para la perforación del quinto pozo y la terminación otros dos correspondientes a la primera etapa piloto de CASE.
En el período terminado el 31 de marzo, la empresa por primera vez mostró resultados positivos ya que tuvo ingresos por 9,25 millones de dólares, ganancias brutas por 3,87 millones, un EBITDA normalizado de 1,71 millones y un netback de 9,94 dólares por barril, con un precio del crudo de 40,49 dólares. “Tuvimos un primer trimestre muy fuerte, pero el segundo viene más difícil, por la caída en el precio del petróleo y porque las refinerías no están comprando crudo y es difícil que paguen el precio que necesitamos para producir”, explica la misma fuente. El panorama para el período abril-junio es menos esperanzador ya que la empresa tuvo problemas para venderle su producción en el norte del país a Refinor debido a la reducción del consumo de combustibles por la cuarentena y a la caída enla cotización internacional del crudo que se dio en esos meses. “Tenemos el mismo nivel de ventas, pero casi a la mitad del precio que lo hacíamos en el trimestre anterior, lo que está impactando en nuestros ingresos. Por eso, esperamos que en términos de EBITDA tener un netback negativo.
Pese a esto, no tuvimos que cerrar pozos ni yacimientos”, detalla. Desde Centaurus Energy, estiman que el barril criollo establecido por el gobierno nacional no afectará demasiado su situación ya que estiman que para fines de julio la cotización del Brent va a alcanzar los 45 dólares, con lo que va a quedar sin efecto la medida. Actualmente, el crudo cotiza actualmente a 42,02. Ese es el precio mínimo que necesita CASE para poder pasar a desarrollo masivo ya que su punto de equilibrio se encuentra en los 30 dólares porque el Medanito que produce se paga con un descuento de entre 12 y 15 dólares por calidad, destaca la misma fuente y otra cercana a PAE. Actualmente, la compañía argentina lleva perforados cinco pozos en el área, de los cuales cuatro de ellos están produciendo 2.500 barriles de petróleo por día (BOPD) (400 metros cúbicos) ya que el restante (CASE 201) debió ser abandonado, resalta la segunda fuente. La compañía canadiense analiza dos alternativas para financiar la inversión en el área en Vaca Muerta. La primera opción es venderle a PAE parte de su participación en el bloque no convencional.
Centaurus Energy se encuentran negociando actualmente con la petrolera argentina cederle entre el 6 y el 8% de su tenencia en el bloque, por la que espera recibir unos 50 millones de dólares, afirma la primera fuente. “En Coirón Amargo Sureste, buscamos venderle a Pan American Energy parte de nuestra participación para capitalizar lo que nos quede. Esperemos cerrarlo pronto. Si no lo logramos con ellos buscaremos otros interesados en sumarse”, explica. Esta es la segunda alternativa que baraja la empresa canadiense: conseguir un socio local o internacional con presencia en la Argentina interesado en adquirir una porción de la petrolera o fusionarse con ella para cubrir sus necesidades de inversión. “Estamos buscando socios para hacer negocios estratégicos y trabajando con muchas compañías interesadas e invertir en nuestros activos. Las que ya están pueden incrementar su posición en el país a un buen precio, pero no va a haber nuevas queriendo venir a la Argentina – destaca la primer fuente -. No buscamos a grandes firmas sino asociarnos o fusionarnos con otras chicas como la nuestra, que no tengan deuda, como nosotros. No es un buen tiempo para tener esos problemas con deuda”.
Si bien se encuentra manteniendo conversaciones en ambos frentes para encontrar soluciones de corto y largo plazo para financiar su plan de inversiones, desde la petrolera canadiense sostienen que no están desperados por vender ya que cuentan con otras alternativas intermedias que podrían cerrarlas antes. “Preferiríamos encontrar soluciones de corto plazo, porque nos permitirían evitar la venta de la participación ya que consideramos que hay mucho valor en el bloque (aproximadamente 600 millones de dólares de valor neto para Centaurus) – explica -. Si hacemos ahora la operación no obtendremos el monto que buscamos por que lo ideal es esperar a que haya más información sobre el área, más producción, mejores circunstancias macroeconómicas y un precio más alto del petróleo. Todos reconocen que CASE es un jugador de clase mundial”. Dentro de estas opciones que analiza la compañía, se encuentra el utilizar los fondos de los dos créditos por un total de 23 millones de dólares con una tasa del 7% y vencimiento en 2023 que acordó con Maglan Destressed Master Fund a fin del año pasado.
El primero, convertible en acciones, deberá usarse para inversiones, mientras que, el segundo, para capital de trabajo. Este préstamo remplazaría a los que le habían otorgado KD Energy International Capital Limited e Hispania Petroleum por el mismo monto y finalización, de los cuales habían desembolsado sólo 2 millones de dólares, que ambas entidades consideran que se encuentran impagos. “Necesitamos los otros fondos, pero nos dijeron que había un default y que no podían dar el resto. Temían porque la empresa no tuviera acceso al crédito. Entonces acusaron a su presidente Alejandro Peñafiel de haber manejado mal la empresa, lo que provocó su renuncia y la de todo el directorio. Entonces, llamaron a David Tawil, dueño de Maglan, para que se haga cargo de la compañía, y ofrezca un préstamo similar”, destaca Actualmente, Centaurus Energy está financiando su parte en la perforación de los primeros cinco pozos en CASE con un crédito de 40 millones de dólares con tasa del 7% que le otorgó PAE repagable en cinco años después de completado el piloto o el desembolso de la totalidad del dinero.
La petrolera argentina ya le depositó 31,50 millones de dólares (18,3 millones en 2019 y 13,20 millones en 2020) y los restantes quedarán para llevar adelante los trabajos en los tres pozos que quedan pendientes para realizar en 2021 para completar la segunda etapa piloto del área. Para esto, será necesario realizar un desembolso aproximado de 33 millones, calcula la segunda fuente, de los cuales la firma canadiense deberá poner unos 11 millones. Como parte del acuerdo, la compañía canadiense pagará el crédito con los fondos que le corresponden por la venta del crudo producido en CASE a Axion Energy, la unidad de refinación y estaciones de servicio de PAE. En el primer trimestre, ya abonó 2,90 millones de dólares con este método. Este bloque es de vital importancia para la empresa ya que de allí proviene la mitad de los 2.495 BOPD que produce en la Argentina y fue la responsable de que tuviera por primera vez un EBITDA positivo en su historia, aunque no tuvo impacto en su flujo de caja ya que lo recaudado se destina a abonar la deuda.
Otros proyectos Centaurus Energy también cuenta con una participación del 35% en otra área en Vaca Muerta en las inmediaciones de CASE: Coirón Amargo Norte (CANO), en sociedad con Vista Oil & Gas (55%) y Gas y Petróleo del Neuquén (GyP). Sin embargo, allí la situación es bien distinta a la de su vecina, ya que la relación con la compañía de Miguel Galuccio no pasa por el mejor momento. El 13 de enero los canadienses no depositaron los 300.000 dólares que debían pagarles y tienen hasta la próxima semana para hacerlo. En caso de que esto no ocurra, Vista puede solicitarles que abandonen el consorcio. “Lo hicimos para forzarlos a moverse, porque creemos que no tienen interés en el área. No han anunciado planes de perforación quizás porque no quieren tener un socio. Le ofrecimos comprar una mayor participación o la totalidad del bloque”, sostiene la primera fuente.
Centaurus Energy cuenta, además con una participación del 90% (el 10% restante es de GyP) en el bloque Curamhuele, en Neuquén, donde debe perforar un pozo vertical para testear las formaciones Agrio y Vaca Muerta y desembolsar 16,15 millones de dólares durante este año. En Río Negro, controla la totalidad del área Puesto Morales, Puesto Morales Este, donde debe invertir 28,14 millones de dólares durante 2020, y Rinconada Sur, cuya producción se la vende en su totalidad a la refinería de Trafigura. La compañía, también tiene presencia en el norte del país, ya que cuenta con el bloque Santa Victoria, en Salta, en el que está negociando un contrato de extensión de la concesión por cuatro años más con el gobierno provincial.
Allí, también tiene el 97% de Valle Morado y el 14% de Balbuena Este. En Formosa, opera el área El Chivil, aunque se encuentra manteniendo conversaciones con las autoridades locales para lograr una prolongación en el contrato de explotación por diez años. A su vez, Centaurus Energy hace lo propio en el bloque Palo Largo y controla el 85% de Surubí. La mayoría de todo lo producido en el norte del país se lo ha estado vendiendo a Refinor a 30 dólares por barril en el segundo trimestre sostiene una fuente cercana la refinería. Como la planta está operando sólo quince días por mes, el resto lo estuvo colocando en el mercado spot a 20 dólares y lo que le quedaba lo almacenó, concluye la primera fuente.
Fuente: Desarrollo Energetico - Argentina