Carlos Alberto Leal Niño - Presidente JD Acipet
Y es que las medidas de aislamiento social implementadas a nivel global, que derivaron en el decrecimiento de la demanda de combustibles, llevaron a una reducción del 38% en el precio del crudo Brent, incluso por debajo de US$20 durante algunas jornadas.
Para Ecopetrol, también las ventas de los principales productos refinados presentaron una disminución del 46% frente al promedio de 2019, con una reducción en jet fuel del -89%, para la gasolina de -46% y el diésel en -35%.
Estos resultados eran previsibles, pero lo importante es lograr una reactivación inmediata de la operación bajo condiciones óptimas de disciplina de costos y ágiles decisiones, que permitan recuperar los ingresos a niveles normales. Muestra de este horizonte, que deja ver un mejor panorama, es que a la fecha ya se reabrieron más de 200 pozos a producción.
Ecopetrol ha podido, de manera resiliente, enfrentar la nueva realidad con un rápido ajuste financiero y operativo, teniendo como base tres pilares: estricta disciplina de capital, protección de la caja y eficiencia en costos, y crecimiento de reservas y producción rentable.
A través de esta estrategia la empresa generó utilidad, aunque muy baja. No obstante, los cerca de $25.000 millones que obtuvo en ganancias, le permiten salir no tan mal librada si se compara con otras petroleras del mundo, tales como Pemex que han revelado pérdidas cuantiosas, debido a que no solo no gana dinero produciendo crudo, sino que también pierde dos dólares por cada barril que refina. En el primer semestre la petrolera mexicana Pemex y Petrobras de Brasil reportaron pérdidas de alrededor de US$1,900 millones y US$524 millones de dólares respectivamente.
Un análisis comparativo de la firma Capital IQ indica que la utilidad neta de Ecopetrol solo es superada por la estatal tailandesa PTTEP, la cual registró una caída del 50,5%, y supera a Equinor con -130,2% y a la española Repsol con -316,8%.
De otro lado, en medio de esta coyuntura Ecopetrol confirmó que destinará entre US$9.000 millones y US$10.000 millones para el segmento de exploración y producción. Divididos así: 78% de este monto será para activos estratégicos en el país con la perforación de hasta 30 pozos a 2022 incluyendo inversiones para costa afuera, nuevas áreas de exploración, y los Proyectos Piloto de Investigación Integral en no convencionales; mientras que 22% será para las actividades a nivel internacional, en áreas como Brasil y Permian en EE. UU.
Las noticias aunque positivas y esperanzadoras acerca del futuro de la empresa, son preocupantes en cuanto al pobre resultado financiero que tendrá al final del 2020, lo cual impactará de manera muy sensible la economía del país por la pérdida de ingresos a la Nación por concepto de dividendos, regalías e impuestos. El cinturón deberá ajustarse de todas maneras.
Fuente: Diario del Huila - Colombia