La extracción se ubicó en un nivel mínimo desde enero del 2019, cuando tocó su mínimo histórico al marcar 1 millón 626,000 barriles diarios.
“Dado el contexto es un desempeño favorable porque se redujo la producción en 100,000 barriles diarios durante mayo y junio como parte del acuerdo con los países de la OPEP+ y durante algunos días se suspendió la producción debido al incremento de los inventarios provocados por el cierre de puertos provocados por las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal”, dijo la estatal en su reporte del segundo trimestre.
Antes de la baja en producción que inició en mayo debido al compromiso de México ante la OPEP+ para colaborar en el esfuerzo internacional de estabilización del precio del crudo, Pemex había hilado seis meses de alzas interanuales en la producción del hidrocarburo (de noviembre del 2019 a abril del 2020).
Luego de una negociación crítica, México garantizó a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) que reduciría en 100,000 barriles diarios su producción durante mayo y junio (el 6%), aun cuando el cartel petrolero pretendía que nuestro país ejerciera un recorte de 23%, como al que se comprometieron los demás miembros.
Lo anterior fue posible gracias a una negociación paralela entre México y Estados Unidos en el que este último país asumió el compromiso de recortar otros 300,000 barriles diarios su producción, lo que permitiría completar los 400,000 equivalentes al 23% de la producción mexicana.
Pemex destacó que de la producción promedio del país durante el primer semestre del año, equivalente a 1 millón 743,000 barriles diarios, la petrolera estatal contribuyó, por sí misma y a través de socios, con 99% de la extracción nacional.
Fuente: El Economista - México