En primera medida, el funcionario hizo énfasis en la importancia de este sector para la economía del país, pues este rubro -sumando minería, hidrocarburos y energía eléctrica- aporta alrededor de 7 % al Producto Interno Bruto (PIB) colombiano.
De acuerdo con Lotero Robledo, la renta petrolera del país representó cerca del 12 % de los ingresos corrientes y se ha registrado un presupuesto de $24 billones para el último bienio de regalías. Esto, sumado a que el 34 % de la Inversión Extranjera Directa en Colombia proviene el sector minero-energético y 56 % de los elementos que componen la balanza comercial están contemplados en este sector.
Con este panorama, el Ministerio de Minas y Energía tenía una previsión para 2020 totalmente diferente a la que se está atravesando, pues se vio afectada por la crisis de los precios de marzo y abril y la pandemia por el coronavirus.
A finales de 2018 e inicios de 2020, se venía empezando una reactivación dejando rastros de una recuperación contundente, ya que desde 2015 la producción de crudo venía cayendo sustancialmente. Por esto, con algunas medidas que se tomaron desde el Gobierno Nacional, se logró aumentar la producción de crudo en 2,4 % entre 2018 y 2019; además de aumentar la Inversión Extranjera Directa en 11 %, pasando de US$2.540 millones a US$2.800 millones.
Según el viceministro, también se dio inicio a un proceso permanente de asignación de áreas en 2019 con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), con la que se llevaron dos procesos competitivos que derivaron en la firma de 26 áreas para la explotación y una inversión cercana a US$940 millones.
En la actualidad, de acuerdo a la explicación del funcionario, el Ministerio sigue trabajando en la definición de unas áreas para un tercer ciclo que se va a llevar a cabo en el segundo semestre de este año. “Estamos convencidos de que el desarrollo de la explotación y producción costa afuera es fundamental parta el desarrollo del sector y esa era la visión que teníamos a finales de 2019 y principios de 2020”, destacó Miguel Lotero Robledo.
Entre tanto, en febrero de 2019 se expidió el contrato EnP para costa afuera, con el que se firmaron cinco nuevos contratos con inversiones asociadas cercanas a los US$1,9 billones. Se espera que esta nueva campaña se desarrolle para la actual vigencia.
De otra parte, el viceministro anunció que se estima el desarrollo amplio en la infraestructura portuaria, una capacitación de la mano de obra local (calificada y no calificada), el desarrollo económico de las ciudades costeras con un clúster de servicios petroleros en toda la costa norte del país. Según Lotero, esto se va a desencadenar en dos cosas principales:
Por un lado, se garantizaría la autosuficiencia en materia de hidrocarburos para Colombia y, por el otro, se generarían recursos fiscales para atender necesidades ficales que tiene la nación en la actualidad. “Nosotros vamos a ser los responsables de aportar parte del presupuesto para atender las necesidades que existan en el país”, señaló el viceministro de Energía.
Los datos del Ministerio de Minas y Energía demostraron que la actividad exploratoria también venia recuperándose, en sísmica se registró un aumento en los kilómetros, pues entre 2018 y 2019 se pasó de 1.107 kilómetros a más de 5.000 kilómetros.
Por el lado de la perforación de pozos, que venía decreciendo desde 2012, se logró estabilizar en los últimos dos años a 48 pozos, una medida que se considera exitosa con la actividad exploratoria y la sísmica. “Se tenía una inversión importante de US$5.000 millones a US$6.000 millones, una expectativa de exploración de pozos de 42 pozos para 2020, se pensaba cerrar el año con 900.000 barriles de crudo diarios y un valor de US$67 en promedio de la referencia Brent”, señaló el funcionario.
En cuanto a las reservas, el Ministerio esperaba que el país representara una autosuficiencia de 6,3 años en materia de crudo y de en gas de ocho años. “Todos sabemos que las reservas venían decreciendo desde 2017, con una producción de un terapie cúbico aproximadamente, se esperaba que se aumentara la autosuficiencia a ocho años”, manifestó Lotero Robledo.
Pero el panorama que se tenía para inicios de 2020 se encontró con la coyuntura de los precios de marzo y abril, pues la variación en los consumos de los energéticos para iniciar este año fue negativa para todos los energéticos, con excepción de los renovables que implementaron a una tasa -incluso menor a 1 %- (según datos de la Agencia Internacional de Energía para 2030).
Lo que permitió que el mercado global enfrentara un doble choque en la oferta y demanda mundial de crudo. La demanda mundial, a partir del tercer trimestre de 2019, cayó estrepitosamente y la oferta de crudo en todo el mundo cayó a una tasa menor. Esto gracias a que los miembros de la Opep no llegaron a un acuerdo para reducir la producción y, como resultado de esto, se desató una guerra de precios con Arabia Saudita -cuando aumentó su producción a 13 millones de barriles diarios-.
“Este fue el punto de quiebre de todas las perspectivas que se tenían para inicio de año y se complementó con que la capacidad de almacenamiento comercial para el crudo estaba absolutamente copada. Estas situaciones derivaron en que se observaron precios negativos para marzo de 2020 en la referencia WTI y unos precios muy bajos para la referencia Brent. Entre mayo y julio el precio se recuperó y pasó de haber perdido cerca de 70 % a una reducción de casi 37 % con la referencia inicial del Brent, que a finales de 2019 estaba por encima de los US$60 barril”, precisó el miembro de la cartera de Minas y Energía.
Hoy por hoy, el Ministerio ve que los recortes en la producción en el mundo han permitido que la recuperación sea más rápida de lo esperado, por lo menos en Colombia. En la actualidad, en el escenario medio, se estima que el precio del crudo estaría entre los US$54 y US$52 por barril para cerrar este año.
Así las cosas y dada la actual coyuntura en comparación con el panorama previsto desde inicio de 2020, el Ministerio desplegó una serie de acciones para buscar un estímulo para el sector. Pues el efecto de la crisis dejó, en marzo de 2020, una caída en la producción y al cierre de mayo una producción de 732.000 barriles diarios, lo que refleja una caída de casi 150.000 barriles por día.
Asimismo, el impacto en la actividad exploratoria también se aceleró, ya que se tenían programados 1.400 kilómetros de sísmica y, por ahora, se sabe que se van a completar mucho menos de lo esperado. Y en pozos exploratorios, la cosa no es diferente, en este caso se tenían programados 42, pero ahora el estimado del Ministerio le apunta a que solamente se van a tener entre 20 y 33 pozos exploratorios; esta es la nueva visión dadas las condiciones.
“La expectativa de la cartera de Minas y Energía indica que la producción cierre el año en Colombia estará entre 750.000 y 850.000 barriles diarios, la exploración entre 20 y 30 pozos y 850 kilómetros de sísmica, con un precio promedio esperado de entre US$25 y US$45 el barril”, ratificó el viceministro.
Por otra parte, el funcionario recordó que, con el acuerdo 002 de la ANH, se flexibilizaron y ampliaron los plazos de las etapas para la exploración, las declaraciones de comercialidad y la ejecución de los programas de evaluación. Adicional a esto, se flexibilizó la reducción de garantías y se modificaron las vigencias y porcentajes.
Además, con el acuerdo 004 de la ANH, se permitió definir el pago del factor x de producción hasta por seis meses, dependiendo de las condiciones del precio internacional. Y en las medidas tributarias, que son generales y no para solo el sector de hidrocarburos, el Gobierno Nacional permitió un plazo para el pago del impuesto de renta e hizo la devolución automática de IVA.
Finalmente, el viceministro anunció que se está trabajando para expedir un certificado de reembolso tributario, que se espera pueda beneficiar al sector y estimular las inversiones en éste.
Fuente: Valora Analitik - Colombia