Uno de los indicadores del freno de mano a la actividad por la pandemia y la reducción de la demanda es el número de perforadores activos en el país. En junio, eran apenas seis: cinco destinados a dar con petróleo y uno para gas natural. Así se desprende del informe global de Baker Hughes, un conteo de los rigs que permite trazar la historia reciente de los “fierros” en los yacimientos argentinos.
La caída del número de perforadores en la Argentina está atado al contexto internacional de la pandemia que afectó la demanda. Por primera vez, la industria se enfrenta a una crisis de la demanda por las medidas de confinamiento ante la emergencia sanitaria y no de precios o propia del sector.
En la Argentina, el número de rigs venía tambaleando. La regulación del precio del barril para congelar por tres meses las naftas obligó a replantear las inversiones.
El ex presidente Mauricio Macri aplicaba la medida luego de las elecciones internas de agosto, justo en tiempos donde las multinacionales terminaban de evaluar sus planes de inversión para el año siguiente. La medida tampoco dio rédito político porque tuvo que “descongelarse” tres veces el precio de las naftas por la presión de la cadena del downstream.
El impacto del DNU 566
Aquel decreto de necesidad y urgencia con el número 566 todavía resuena en la industria como una de las medidas más equivocadas porque vino a cambiar las reglas a uno de los pocos sectores que todavía tenía buen ritmo de actividad y atraía dólares a la economía argentina.
Antes del impacto total del DNU 566, había 72 equipos en agosto del 2019, luego se observó que en el mes de octubre bajaron a 55. En Vaca Muerta, como detalló +e en noviembre con fuentes de la industria, había un total de 36 perforadores, cuando antes de la medida de la gestión Macri se tenían 53 equipos en actividad.
El impacto del COVID-19
De acuerdo con los datos que publica Baker Hughes, si en junio había apenas seis perforadores activos en el país, en mayo eran solo dos. En abril no había ninguno, en sintonía con las cero fracturas realizadas en ese mes. En febrero, el último mes de actividad plena antes de la irrupción del COVID-19 en el país, había 38 equipos de perforación activos.
En la Cuenca del Golfo San Jorge se esperan más equipos para el transcurso del mes de julio. Tanto en Chubut como en Santa Cruz está el compromiso de reactivar más torres, entre ellas perforadores. Del lado chubutense será Pan American Energy la que volcará buena parte de su inversión a Cerro Dragón; en el lado santacruceño está la expectativa por YPF, aunque también Sinopec movilizará torres relacionadas con el pulling. Además, CGC anunció una campaña de perforación en el sur de Santa Cruz, en su parte de la Cuenca Austral.
Mientras tanto, en la formación Vaca Muerta hay más movimiento vinculado al gas que podría darle un aire de actividad con el Plan Gas 4. Las oportunidades en el sector gasífero podrían llevar algunos perforadores a la Cuenca Neuquina. Las operadoras aprovechan los menores precios de los sets de fractura para terminar algunos trabajos, por eso el salto a 200 etapas concluidas en junio.
Fuente: La Mañana de Neuquen - Argentina