El ministro de Economía y Finanzas Públicas, expuso que desde la gestión 2014 Bolivia mantiene un déficit fiscal ascendente. Sin embargo, el anterior Gobierno no aplicó ninguna medida para reducir esta tendencia, al contrario elevó el gasto público hasta llegar el 2019 a un -7,2%.
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Según el analista económico de la fundación Jubileo, René Martínez, el crecimiento desmedido de los gastos públicos y las inversiones en 'elefantes blancos', de un Estado empresarial que da como resultados pérdidas millonarias, donde el costo-beneficio era en negativo, a partir del 2015, con la caída de los precios internacionales del petróleo, se abre una nueva coyuntura, donde los egresos son superiores a los ingresos. Pero está política de gasto estatal sigue con su expansión con más fuerza desde el 2017.

“Este modelo económico proponía que el crecimiento sostenido del país basado en el gasto público, donde el déficit del 2014 era de -3,4% hasta el 2018 que llego a -8,1% del PIB, esta política es insostenible, porque a medida que el déficit avanza y los ingresos disminuyen se empieza el endeudamiento progresivo”, afirmó Martínez.

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