Mientras Reino Unido abre sus puertas a tres millones de residentes de Hong Kong y China amenaza con medidas graves en retaliación por lo que considera como una intrusión en sus asuntos internos, la crisis en esa región se está convirtiendo en una prueba diplomática en tiempo real en un mundo distraído por la pandemia de covid-19.

Manifestación en Hong Kong.
BBC MUNDO

Pero ¿qué nos dice este drama acerca del lugar emergente de China en el nuevo orden mundial?, ¿Cuáles son las luces que arroja sobre los problemas muy particulares post-Brexit que enfrenta el gobierno británico en sus esfuerzos de desplegar una diplomacia nueva y optimista bajo la bandera de la "Global Britain"?

En primer lugar, ¿era esta crisis inevitable? Las cosas pudieron haber sido muy distintas. Durante más de dos décadas, la mayor parte de los gobierno en Occidente tuvieron la esperanza de que la irrupción de China en la escena internacional ocurriría de una forma muy específica.

Lea la noticia>