Petróleos Mexicanos (Pemex) ha subido la apuesta por la refinación de gasolinas en medio de una baja en la demanda histórica provocada por la pandemia de coronavirus.
En mayo pasado, las seis refinerías propiedad de la petrolera produjeron en conjunto 221 mil barriles de gasolina diaria, la cifra más alta desde agosto de 2019, cuando el volumen de producción fue de casi 226 mil barriles al día.

Durante abril y mayo -los dos meses en que fue más evidente la distancia social en el país-, la petrolera aceleró la producción del combustible en sus refinerías. En abril, produjo 219 mil barriles diarios. Unos meses antes la producción fue menor, en febrero, como ejemplo, el volumen fue de 164 mil barriles.

En contraste, la venta de gasolinas ha tocado niveles históricos a la baja durante la pandemia. En mayo, a nivel nacional Pemex vendió 473 mil barriles de gasolina al día, 268 mil barriles menos -equivalente a 36 por ciento- que en el mismo mes de 2019.

“El presidente quiere autosuficiencia en gasolina. Toda la estrategia de ‘rescate’ de Pemex se basa en esto. Ha dicho varias veces que hasta el sacrificio de las exportaciones es válido por producir más gasolina, simplemente está poniendo la autosuficiencia sobre la rentabilidad”, dice Adrián Calcaneo, de IHS Marit.

La acción de Pemex va a la inversa de la tendencia internacional. Compañías de regiones como Brasil, India o Europa han optado por parar o reducir las operaciones en sus refinerías debido a la baja demanda de gasolinas.

En marzo pasado, la italiana API anunció que cerraría temporalmente sus operaciones en una de sus refinerías ubicada en Ancona. Otras compañías como ExxonMobil y Repsol han optado por medidas similares. “Brasil, Argentina, y Colombia bajaron la carga de sus refinerías. México fue la excepción”, dice Calcaneo.

Además de la baja demanda, en abril y mayo Pemex también enfrentó una disminución importante en los precios del combustible. Como ejemplo, el 29 y 30 de abril el precio en que la gasolina regular se vendió en el país tocó los 15.06 pesos por litro, su precio más bajo desde diciembre de 2016, cuando aún la Secretaría de Hacienda tenía el control sobre los precios del energético.

Especialistas y agencias calificadoras han advertido que la apuesta de Pemex por refinar más gasolina no es una estrategia rentable para mejorar las finanzas de la petrolera, pero en medio del contexto económico actual, esta decisión podría afectar aún más sus finanzas, aseguran.

“El incremento de la producción de gasolinas se está haciendo a un costo alto. Si Pemex no resuelve el deterioro de sus refinerías, el costo por aumentar su producción de petrolíferos será muy alto. En las condiciones actuales, inyectar más crudo a las refinerías hace que Pemex aumente la producción de residuales en un porcentaje mayor al de la producción de otros productos de mayor calidad. En otras palabras, si no se resuelve el deterioro de las plantas Pemex no puede ser eficiente y rentable”, dice Arturo Carranza, analista del sector.

Los ingresos que obtuvo Pemex en mayo por la venta de gasolinas también disminuyeron de manera importante.

En mayo pasado, la venta de gasolinas significó para la petrolera 17 mil 377 millones de pesos, una disminución de 25 mil 803 millones de pesos o 60 por ciento en comparación con el mismo mes de 2019, cuando vio ingresos por 43 mil 180 millones de pesos en este segmento.

Fuente: El Financiero - México