Las operaciones de crédito de Ecuador con China difícilmente se podrán deslindar de colaterales petroleros.
En medio de una renegociación global de la deuda, varios expertos e incluso los asesores económicos del gobierno de Lenín Moreno ven a China como un importante financista para el país.

Sin embargo, se hace evidente la advertencia de que “no se vuelva a incurrir en los errores del pasado”, al referirse a onerosos contratos de deuda, con entregas de crudo que superaban ampliamente el monto de crédito contratado, con altas tasas y plazos cortos.

China es el Gobierno al cual Ecuador le debe más en la estructura de la deuda. La deuda bilateral a abril está ubicada en $6032 millones, de los cuales el 92 % corresponde a China. Además, Ecuador hizo preventas a China y otros países asiáticos por un total de $10 500 millones en el gobierno de Rafael Correa. Actualmente esas deudas ya están casi pagadas, pero el compromiso de venta de crudo se mantiene hasta el 2024.

A finales de mayo, el ministro de Finanzas, Richard Martínez, explicó que Ecuador espera de China al menos dos líneas de crédito entre junio y octubre por $2400 millones. De estos, $1200 millones llegarían como financiamiento del Banco Industrial y Comercial de China (ICBF, en inglés).

En esa ocasión puntualizó que las operaciones que ahora se hacen son distintas de las del correato en el sentido de que la deuda será asumida directamente por el Gobierno y ya no por la empresa estatal Petroecuador. Y aseguró que se hacen dos operaciones separadas, una crediticia (con Finanzas) y otra comercial de petróleo (con Petroecuador). De esta manera el registro de deuda se vuelve más transparente.

Sin embargo, el 22 de mayo pasado, por pedido del ministerio, el directorio de Petroecuador debió conocer la resolución del Comité de Deuda sobre la venta del crudo en contrato de largo plazo para una empresa china, dentro del tema del ICBC.

Antes de esta reunión se hizo la consulta a la Procuraduría de la estatal petrolera para establecer si estaba o no dentro de las facultades del directorio cumplir con esto. Finalmente se lo hizo y ahora Petroecuador prepara los informes económicos, legales y comerciales para concretar la operación.

Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), considera que el problema del Ecuador es que no tiene opciones de créditos y le hace falta mucha liquidez. Y China es una de las pocas fuentes de recursos que le quedan.

Opina que necesariamente la relación con China debe estar atada a petróleo, pues Ecuador no puede salir al mercado internacional ni puede volver a incurrir en operaciones onerosas como las de Repos con Goldman Sachs y Credit Suisse, con colaterales superiores 2,5 veces el monto prestado.

Para Carrera, si se concretan los créditos con China y se los relacionan con petróleo, lo que se debe cuidar es que el volumen comprometido sea similar al del monto.

Explicó que Ecuador debe buscar, por otro lado, que el Gobierno chino también baje el valor de las amortizaciones e intereses y se alarguen plazos en la deuda bilateral. En un año, entre abril del 2019 y abril del 2020, Ecuador pagó China $650 millones.


Entre tanto, esta misma semana, los flamantes asesores económicos del Gobierno, Augusto de la Torre y Fausto Ortiz, coincidieron en que es importante para el país negociar con China, pero hicieron votos para que no se lo haga comprometiendo más crudo.

Frente a la crisis financiera provocada por la pandemia, Ecuador ha iniciado una campaña global de renegociación de deuda. El 3 de julio arrancaron los diálogos con los tenedores de bonos.

También debe renegociar un Acuerdo de Facilidad Extendida con el Fondo Monetario Internacional. (I)

Fuente: El Universo - Ecuador