BBC MUNDO
Mientras Brasil se volvía el tercer país del mundo más golpeado por la pandemia de covid-19, con casi 36.500 muertos y más de 690.000 casos confirmados hasta el lunes, según la Universidad Johns Hopkins, Bolsonaro abrió varios frentes de batalla.
El mandatario de extrema derecha relativizó la amenaza del virus, llamándolo "gripecita", y criticó las medidas de aislamiento social implementadas por los estados brasileños para detener los contagios, porque dañan la economía.
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