La razón, al 15 de mayo, los campos petroleros en el territorio nacional solo estarían bombeando 700.000 barriles promedio día (bpd), es decir, en la actualidad dejarían de sacar más de 190.000 bpd en comparación con lo que se producía en mayo de 2019, que eran poco más de 894.000 bpd.
La caída en la producción nacional de petróleo llama la atención, ya que con base en las cifras registradas de extracción diaria de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), al 30 de abril pasado, el bombeo de crudo ya era de 769.000 bpd.
Así mismo, otros datos de producción registrados en la citada entidad técnica dan cuenta que entre el 1 de enero y el 28 de mayo del presente año, los campos petroleros dejaron de extraer más de 187.000 bpd. Pero lo que tiene con malestar al Ejecutivo es que entre el 1 de abril y el 28 de mayo (dos meses de la cuarentena) la cifra fue de más de 133.000 bpd que no se bombearon.
“Las cifras reportadas por la ANH muestran una caída de 887.432 bpd del 1 de enero a 769.680 bpd el 30 de abril, y en adelante continúa el descenso, lo que significa que el país está en niveles similares a los de 2010”, señaló Inés Elvira Vesga, senior counsel de Holland & Knight.
La analista subrayó además que esto obedece evidentemente a la baja del precio por todos conocida, la cual a su vez tiene que ver con la sobreoferta y la desaceleración de la economía mundial por efecto de la pandemia.
Vesga fue más allá y reiteró que lo mismo está sucediendo en el frente de exploración para el descubrimiento de hidrocarburos en varias zonas del territorio nacional, ya que hace un año, y a la fecha, ya se habían perforado 26 pozos para estas tareas, mientras que en lo corrido del 2020 apenas se ha hecho el procedimiento en diez.
La senior counsel de Holland & Knight agregó que es hora de que el Gobierno Nacional defina su política futura en materia de exploración y producción de hidrocarburos de manera mucho más proactiva y sin dilaciones.
Por su parte, Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), subrayó que el desplome en la producción se dio no solo antes de lo previsto, sino en mayor volumen.
“Una caída de más de 180.000 bpd no solo es muy grave para el país, sino que refleja la profunda crisis del sector, y en especial la de las empresas privadas. Y evidencia que si bien se han tomado medidas importantes para conjurar la crisis, debemos hacer más”, afirmó el líder gremial.
Nicolás Arboleda, asociado del Área de Energía, Minas e Infraestructura de Baker McKenzie, señaló que el crudo colombiano es pesado y en algunas ocasiones ácido, por lo que sus costos de producción, transporte, refinación y procesamiento son altos frente a comparables internacionales. “Por ello, varios pequeños productores se enfrentan ante una desventaja competitiva porque no son capaces de soportar esos altos costos ante una coyuntura de precios bajos y saturación del mercado del crudo”, indicó.
El consultor añadió que estas empresas petroleras es posible que ante la situación deban tomar decisiones muy complicadas, como la de optar por cerrar sus operaciones en Colombia al no poder mantener sus costos y pérdidas por mucho más tiempo.
“Tristemente veremos la salida de muchas empresas independientes del sector por esta coyuntura, lo que conlleva inexorablemente a una mayor consolidación del mercado petrolero colombiano en cabeza de Ecopetrol”, afirmó Arboleda.
Finalmente, el analista de Baker McKenzie, insiste en afirmar que las empresas “al final del día se hacen una pregunta muy sencilla: ¿vale la pena seguir operando a pérdida o será mejor abandonar las tareas mientras el mercado se recupera? Muchas de ellas optarán por la segunda alternativa, ya que no encuentran mayores beneficios en continuar actividades a pérdida por mucho tiempo”.
Fuente: Portafolio - Colombia