El covid-19 y la coyuntura de precios no son las únicas razones que tienen en jaque a las inversiones en la industria minero-energética.
LA REPÚBLICA - COLOMBIA

Un reciente balance de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) reveló que las consultas previas, el licenciamiento ambiental y las demoras en la estructuración de las obras son aristas que se han sumado y han puesto en vilo por lo menos 10 proyectos, que en total suman US$2.000 millones, los cuales ayudarían en la reactivación del sector.

Pese a que las iniciativas van desde nuevos gasoductos para mejorar la distribución regional hasta la viabilidad de proyectos continentales de exploración y producción (E&P), desde el gremio se explicó que todos son fundamentales, no solo para garantizar la autosuficiencia energética, sino, además, para impulsar el crecimiento de la industria, que hoy aporta 1% al PIB nacional y emplea alrededor de 100.000 personas.

“Estamos identificando ese listado de proyectos importantes para el sector. Algunos en ejecución, otros en estructuración. Todos pueden estar del orden de US$2.000 millones, por eso esperamos que se pueda dar una reactivación oportuna y responsable, para que así se adelanten esas obras”, explicó Orlando Cabrales, presidente de Naturgas.

El ejecutivo añadió que en la lista de obras claves están sin duda los proyectos del Plan de Abastecimiento de Gas, así como un par de obras pequeñas de los distribuidores. En los proyectos de esa estrategia, que actualmente están contemplados por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), se encuentran, por ejemplo, la Regasificadora del Pacífico, el gasoducto de Buenaventura y el tramo Mariquita- Gualanday.

A estos se suman las obras de transporte bidireccional en el tramo Yumbo - Vasconia, el de Barranquilla - Ballena y el de Barranca - Ballena. Así mismo, el montaje de la interconexión del tramo Barranquilla - Ballena y Ballena - Barrancabermeja. “De los proyectos en estructuración, y los que ya están en construcción no todos tienen problemas (...). Lo que es claro es que el país necesita reactivarse y que en ese ejercicio estos proyectos puedan salir adelante”, añadió Cabrales.

La Regasificadora del Pacífico es quizás el proyecto con más expectativa para este año. Tras aplazarse su licitación, y presentarse algunas trabas en dicho proceso, la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, confirmó en marzo que en el segundo semestre se podría licitar. De hecho, en su momento, antes de declararse la emergencia sanitaria, destacó que esa terminal era necesaria ante la posibilidad de que a partir de 2024 se aumentará la importación de gas.

“Es un proyecto que tiene grandes desafíos y uno de ellos es la aprobación, y el proceso para su ejecución. Es un proyecto estratégico que se hace clave en este momento, más por la demanda que se ha incrementado de gas. Sin embargo, los costos se aumentarán ahora que la tasa de cambio está más alta”, dijo Hemberth Suárez Lozano, abogado y experto en energía y gas de OGE Legal Services.

Otro de los proyectos que están a la espera de su ejecución es la línea de Jobo - Medellín de Canacol Energy. Desde Naturgas destacaron que ese gasoducto será fundamental para Antioquia, pues le brindará mayor suministro de este combustible al departamento. Es de resaltar que la empresa ha dicho que esta línea podría estar lista en 2023 y tendrá la capacidad de transportar hasta 100 mpcd de gas.

A estos planes se suman también las inversiones de Promigas y los proyectos a los que le apuesta la empresa. Según le confirmó la compañía a LR, en la junta directiva de este 22 de mayo se definirán las inversiones pactadas para este año, así como los proyectos en los que se enfocará la empresa en medio de esta pandemia.