La crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 no solo borró la recuperación de la economía peruana
EL COMERCIO - PERÚ

registrada en enero y febrero de este año, sino que la contrajo a niveles de hace casi una década.

Las medidas de confinamiento dispuestas por el Ejecutivo en la segunda mitad de marzo paralizaron el 60% de la actividad, de acuerdo con los estimados de la Unidad de Análisis de este Diario.

Con ello, el Indicador Mensual Económico de El Comercio (Imeco) proyectó que la economía peruana se habría contraído en alrededor del 25,7% en marzo, es decir, habría retrocedido a los niveles de actividad mensual similares a los del 2011.

Además, con este resultado, el PBI se habría contraído en 6,75% durante el primer trimestre del 2020.

“La emergencia sanitaria es un choque [a la economía] que, en el corto plazo, se refleja en varias actividades. Algunas que no fueron declaradas esenciales paralizaron por completo. Pero es un choque complejo porque no solo afecta el lado de la oferta (producción), sino de la demanda”, manifestó Hugo Perea, economista jefe para el Perú del BBVA Research.

DETERIORO SECTORIAL

La producción de todos los sectores productivos experimentó un deterioro debido al encadenamiento que existe entre estos.

La actividad minera y de hidrocarburos se contrajo en marzo en alrededor del 22%. La producción de la minería metálica disminuyó en 23,3%, mientras que la de hidrocarburos lo hizo en 14,8%.

Se produjo 26,6% menos de cobre que en marzo del 2019. Lo mismo sucedió con el zinc (-12,1%), oro (-32,5%) y molibdeno (-18,9%).

“Algunas minas que continuaron con algo de producción en marzo dejaron de producir en abril. Con lo cual la caída [en abril] puede ser el doble”, comentó Pablo de la Flor, director ejecutivo del gremio minero y de energía de la SNMPE.

De igual forma, la actividad de la construcción, que mayor encadenamiento tiene sobre el empleo, se desplomó en alrededor del 46%. Solo el consumo interno de cemento cayó en 51% en marzo. En tanto, la inversión pública se redujo en 23%.

El sector servicios habría caído en alrededor del 37% debido a la paralización de actividades como alojamiento y restaurantes, la reducción del servicio de transporte, entre otros giros.

Si bien el sector agropecuario mantuvo la autorización de operar, la menor demanda ocasionada por los servicios de alojamiento y restaurantes, entre otros factores, provocaron que se contrajera en alrededor del 2%.

Las medidas de confinamiento afectaron la demanda por la restricción de la movilidad de las personas, la reducción del empleo y los ingresos. La población ocupada en Lima disminuyó en 6% y la PEA adecuadamente empleada lo hizo en 13,2%.

DATOS

La venta de pollo en Lima se contrajo en 10% en marzo respecto a similar período del 2019.

En el mismo mes, la importación de bienes de consumo se redujo en 24% y la de capital en 21%.