Con dos días de retraso, Petróleos Mexicanos (Pemex) publicó su reporte anual bajo la forma F20 ante la Securities Exchange Commission (SEC) estadounidense,
EL ECONOMISTA - MÉXICO

donde participa en el mercado de adquisición de bonos y reconoció la pérdida neta de 347,911 millones de pesos del 2019, con lo que en los últimos cinco ejercicios ha acumulado pérdidas por 1.7 billones de pesos, monto casi similar a la deuda de largo plazo con que cerró el año pasado la empresa.

La deuda de largo plazo de la petrolera estatal cerró el año pasado en 1.738 billones de pesos y aunque tuvo una reducción anual de 8%, tal como lo prometió el gobierno federal que además cumplió con el objetivo de no acceder a nueva deuda para la empresa el año pasado, este monto es 33% superior al que Pemex reportaba hace cinco años.

En el 2019, la empresa detectó 10,316 tomas clandestinas a su sistema de transporte por ducto, en contraste con las 12,581 detectadas en 2018, aunque al finalizar ese año la empresa había reportado 14,894, pero modificó sus indicadores restando 2,300 perforaciones clandestinas ese año. Así, a pesar de que el gobierno federal asegura que se redujo en 95% el volumen de combustible sustraído por el crimen organizado a Pemex, el número de tomas clandestinas fue prácticamente del nivel del 2017, en que se reportaron 10,363 perforaciones, y siguió siendo más de 50% superior a lo que se reportaba en el 2016.

Menor costo de producción

El costo de producción de un barril de petróleo para Pemex durante 2019 fue incluso ligeramente inferior al que reveló el director general de la empresa, Octavio Romero Oropeza, el pasado 18 de marzo, porque según el reporte a la SEC del cierre del año pasado, en el promedio nacional la estatal extrajo un barril de crudo a un costo de 14.06 dólares, con lo que se incrementó en 33 centavos de dólar en un año y no en los 47 centavos de dólar que habría calculado el director general de la empresa.

Así, el costo del activo productor de 45% de la extracción nacional: Ku Maloob Zaap, fue de 10.37 dólares por barril el año pasado, con un aumento de 34 centavos por barril en un año. El costo de producción de Akal, que es el mayor campo productor de Cantarell y llegó a aportar más de la mitad de la producción nacional hace 15 años aunque en el 2019 sólo aportó 3% de ésta, tuvo un costo de extracción de 17.27 dólares por barril, mismo que aunque es superior al de otros campos, se ha reducido significativamente en los últimos años y a pesar de que utiliza procesos de recuperación secundaria como inyección de nitrógeno para aumentar la presión del yacimiento, tuvo un costo menor en 21.6 dólares por barril al del 2018, cuando costó 38.94 dólares por barril.

El costo de los demás campos aumentó de 14.78 dólares por barril del 2018 a 16.32 dólares por barril el año pasado y en comparación con el precio de venta para el crudo mexicano todo el año pasado, de 57.13 dólares por barril, la estatal tuvo una ganancia de 43 dólares por cada barril vendido el año pasado, en que en total exportó un promedio de 1 millón de barriles por día.