Mientras la venta de gasoil no presentó demasiadas modificaciones,
EL OBSERVADOR - URUGUAY

tanto que de hecho tuvo un aumento del 2% durante el primer cuatrimestre del año con respecto a igual período de 2019, la venta de gasolina sí sufrió una fuerte caída del 28%, según datos divulgados este martes por Ancap.

En un hilo en la red social Twitter, la empresa petrolera estatal comunicó que el stock de petróleo en el mes de abril "colmó la capacidad de almacenamiento en las instalaciones".

"En las primeras 13 semanas del año el inventario promedio estuvo 5% del nivel del 1 de enero, mientras que en la última semana de abril fue casi 70% superior", se apuntó.

Además, como consecuencia de la crisis sanitaria por el covid-19 los inventarios de seguridad han tenido un incremento muy sensible, llevando a que se haya bajado “el caudal de la refinería a mínimos técnicos”, se señaló.

Según datos a los que accedió El Observador, solo considerando las ventas de litros de La Tablada en enero se vendieron 72 millones de Super 95 y en febrero 64 millones, mientras que en marzo fueron cerca de 49 millones. Hasta el 26 de abril las ventas habían sido por 28,6 millones de litros. Algo similar ocurrió con la Premium, que pasó de ventas cercanas a los 9 millones de litros en enero y febrero, para ubicarse en marzo en 6 millones y poco menos del 3 millones al 26 de abril.

En relación a la venta de gasoil los niveles de venta se mantuvieron durante los primeros tres meses del año en los 63 millones de litros, mientras que al 26 de abril se ubicaba en los 51 millones de litros.

A mediados de abril cuando el precio del petróleo se desplomó a niveles y precios históricos, la empresa ya tenía comprometidas compras de crudo desde marzo cuyo arribo está previsto para junio. Los precios cuando se realizaron esas compras fueron bastante por encima a los actuales del mercado internacional por días y en la actualidad.

Por el momento, Ancap tiene nafta de sobra y con niveles de almacenamiento que están llegando a un límite, por lo que ya está decidido que en el correr del segundo semestre la refinería de La Teja apagará su emblemática llama por unos 45 días, aunque ese lapso puede variar en función de cómo se comporte la demanda de combustibles. El ente aprovechará ese parate para adelantar una parada de mantenimiento.

Por ese motivo, durante el segundo semestre es casi un hecho que Ancap salga a importar gasoil para cubrir las necesidades del mercado doméstico.