EL DEBER
Fue un martes de mucha confusión. Una carta de renuncia rota, una conferencia de prensa cancelada, y frases sueltas dejan al descubierto, según expertos del área, que la relación entre las máximas cabezas del negocio más importante del país: los hidrocarburos, no es del todo buena, y que existen problemas en mandos medios y que YPFB sigue politizada.
Herland Soliz, presidente de YPFB y Víctor Hugo Zamora, ministro de Hidrocarburos protagonizaron una especie de “novela” que terminó con la ratificación de Soliz en el cargo y el anuncio de una investigación por supuestos actos de corrupción en tres procesos de licitación de la estatal.
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