La emergencia sanitaria por la covid-19 prácticamente tiene contra las cuerdas al negocio de la distribución minorista en las estaciones de servicio (EDS) en el país.
PORTAFOLIO - COLOMBIA

La razón, en las seis semanas que ha durado el aislamiento preventivo obligatorio, la demanda de gasolina y diésel en el territorio nacional apenas ha sido de poco más del 30%.

Registros del Ministerio de Minas y Energía (MME) señalan que, en lo corrido del año y con corte al pasado 29 de abril la demanda promedio diaria de combustibles disminuyó en un 41 % para el caso de la gasolina motor corriente y de un 30% para diésel.

Sin embargo, con la entrada en vigor del aislamiento preventivo obligatorio el pasado 23 de marzo y decretado por el Gobierno Nacional, la disminución en promedio día se acentuó, ya que fue del orden del 63% y 52%, respectivamente para estos dos productos.

“La actividad del sector minorista se ha visto reducida en virtud del menor consumo de combustibles, lo cual podría tener un impacto en la gestión de este tipo de negocios privados, aunque la naturaleza y características de las cerca de 5.500 EDS son diferentes”, explicó un vocero del MME.

Las cifras de la cartera minero energética van en la misma línea de las registradas por la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), las cuales indican que la disminución del consumo de combustibles líquidos alcanzó una reducción promedio en ventas del 60%, y en el segmento de aviación la caída es del 95%.

BALANCE INVENTARIOS

Con respecto a los inventarios de combustibles en toda la cadena de distribución, y la caída de la demanda el vocero del MME precisó que “ante la situación los remanentes se han incrementado ya que no se tendrían consumos en los niveles que en una situación normal, permitiera la rotación del producto”.

Es decir, que el país al contar con altos niveles en sus remanentes, ha asegurado la operación continua desde las refinerías (aunque Cartagena y Barrancabermeja estén operando al 50%) y el transporte de combustibles por el sistema nacional de poliductos esté garantizado.

Por su parte, cálculos de la ACP estiman que en los inventarios de combustibles en poliductos es de 20 días y en plantas de 15 días, lo que ha generado a su vez una baja rotación en sus remanentes.

Para el MME, el país cuenta en la actualidad con suficientes inventarios de respaldo ante incrementos súbitos o necesidades adicionales en las cuales se demanden mayores cantidades de producto.

“Con el fin de asegurar el abastecimiento de combustibles a nivel nacional, contamos con almacenamientos de respaldo en terminales conectadas al sistema de poliductos y en los principales puertos del país, tanto de diésel como gasolina”, señaló un vocero del MME.

A la fecha estos puntos de almacenamiento cuentan con más de 300.000 barriles de gasolina y 280.000 de diésel.

Así mismo, el país posee inventarios de combustibles en los puertos de importación en Cartagena, Barranquilla, Buenaventura y Tumaco. “En estos nodos existen reservas por el orden de 150.000 barriles de gasolina y de 120.000 barriles de diésel”, explicó el vocero.

OPERACIÓN EDS

La caída en el consumo de combustibles líquidos por el confinamiento también le está pasando cuenta de cobro a la operación de las EDS en el país, aunque su capacidad este al tope.

“A pesar que la caída en la demanda tiene impactos considerables en nuestros ingresos y en los de los dueños de las EDS, nuestra red se encuentra operando con normalidad, con todos los protocolos de seguridad y prevención, para que transportadores, ambulancias, bomberos y autoridades puedan transitar por las vías del territorio nacional”, afirmaron voceros de Terpel.

La fuente subrayó que la prioridad para la empresa es mantener al máximo “la empleabilidad” del equipo vinculado directamente, así como el de “desplegar” todos los esfuerzos necesarios para proteger la planta de personal en las EDS y no afectar la sostenibilidad de la cadena de distribución y abastecimiento de combustibles líquidos.

“Propuestas como la ampliación de plazos para el pago a proveedores, el acceso a créditos, y otras medidas para defender la liquidez, ha sido lo prioritario en este período”, dijo el vocero.
Al indagar con voceros de Primax (segundos en la lista de distribuidores minoristas de combustibles en el país) sobre cómo el aislamiento por la covid-19 les ha afectado el negocio, estos le indicaron a Portafolio,que se abstenían de dar cifras, y que sobre las EDS la marca como tal solo operaban bajo el modelo de franquicia por lo cual no podían dar razón de empleos.

Sin embargo, este diario visitó dos estaciones de servicios con la marca Primax y pudo constatar que ante la caída en las ventas de combustibles, a los administradores no les ha quedado más remedio que el de recortar los turnos de trabajo.

Como salvavidas para las EDS, el Ejecutivo a través del Fondo de Solidaridad (Soldicom), gestionó recursos por $ 7.300 millones para que los minoristas tengan una ayuda ante la caída en las ventas.

CUATRO FIRMAS CON DISTRIBUCIÓN

La distribución de combustibles en el territorio nacional se concentra en cuatro grandes compañías que manejan más del 90% de la oferta. Así, en manos de la Organización Terpel, Biomax, Primax y Chevron (Texaco) quedó el negocio, al que se suman las empresas minoristas que no superarían el 6% de la torta.

EL remezón en este negocio sin duda trajo consecuencias para este mercado. Los cambios de dueño o de marca, así como la recomposición en la estructura de la propiedad, modificaron el panorama este mercado, debido a decisiones de negocios que involucran a más del 70% de esta actividad.