La entrega de beneficios para hacer frente al pago de las cuentas de servicios básicos se a vuelto un dolor de cabeza en el Gobierno,


y es que pese a que hace semanas se anunció un acuerdo con las empresas del sector para ir en apoyo del 40% de la población más vulnerable, en el Congreso siguen discutiendo nuevas fórmulas.

En paralelo, las empresas del sector han reiterado su disposición a flexibilizar los pagos, pero han pedido ayuda de parte del Gobierno, y es que sobre todo las firmas más pequeñas, ligadas al mundo renovable, acusan no contar con espaldas financieras para enfrentar un eventual rompimiento de la cadena de pagos.

Sin embargo, gracias a la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se está cerca de llegar a una solución. Según revela la encargada de la instancia multilateral para nuestro país, Yolanda Martínez, están afinando los detalles de un fondo a través de la filial BID Invest, que facilitará una línea de crédito de entre US$300 y US$500 millones para las empresas.

“Acceder al financiamiento de largo plazo tiene un directo beneficio a los usuarios, ya que se traduce en tarifas más bajas y mantener el tren de inversiones en tecnologías limpias que requieren plazos mayores para financiarse”, asegura Martínez.