EL ECONOMISTA - MÉXICO
genere flujo de efectivo suficiente para invertir y que no requiera ayuda externa para fondear su deuda, advirtió la analista de finanzas corporativas en Moody's, Nymia Almeida.
En conferencia de prensa en línea, Almeida detalló que “dependerá del tiempo que le tomará a la petrolera generar un flujo de efectivo suficiente para invertir, para que no necesite recursos externos, ni de deuda ni del gobierno, para básicamente mantenerse autónoma lo más posible sin necesidad de ayuda”.
De otra forma, el estatus crediticio de Pemex seguirá dependiendo también de calidad crediticia del gobierno.
El problema de la petrolera ahora mismo es de liquidez, resultado de la baja en el precio del petróleo y en el contexto donde los ingresos públicos se van a caer, dado el bajo crecimiento económico esperado para éste y el próximo año, explicó.
La experiencia Petrobras
A tres días de que Moody's redujo la calificación para el gobierno de México de “A3” a “Baa1”, dejándola tres escalones arriba del grado de inversión, y de que Pemex fue degradado hasta las calificaciones especulativas, al ubicarle en “Ba2”, las dos notas con perspectiva negativa, la analista retomó la experiencia de Petrobras, “el otro angel caído latinoamericano”, que en 2014 perdió el Grado de inversión.
Explicó que la administración de la petrolera brasileña determinó vender activos y utilizar recursos propios para enfrentar sus obligaciones de deuda que en aquel momento ascendían a 50,000 millones de dólares, la mitad de las obligaciones que hoy tiene Pemex.
A pesar de la mejora en la gestión financiera de Petrobras, la analista resaltó que no ha salido del nivel de emisores especulativos porque está topada por la nota también especulativa que tiene Brasil.