“Los indicadores crediticios de la canadiense Gran Tierra Energy serán más débiles de lo que esperábamos en los próximos dos años. La compañía afronta una alta exposición a los menores precios del petróleo crudo y la actual recesión económica, que consideramos la llevará a reducir operaciones en 19 % en los pozos de alto costo de producción en 2020 y a recortar significativamente sus perspectivas de gastos de capital para preservar su liquidez”, dijo S&P Global Ratings.
Ahora la calificación de Gran Tierra es de B, antes estaba en B+ y la perspectiva de la petrolera es negativa. De igual manera, S&P rebajó la calificación de Frontera Energy desde BB- hasta B+. La perspectiva también es negativa.
“La perspectiva negativa refleja nuestra incertidumbre respecto a la recuperación de los precios de petróleo crudo en los siguientes 12 a 18 meses, lo que podría retrasar la modernización de las operaciones de la empresa”, indicó.