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Desorganización, caos, confusión y paranoia ocasionaron en la ciudadanía las determinaciones por separado que emitieron autoridades del Gobierno y de los gobiernos subnacionales para frenar la expansión del coronavirus en Bolivia.

La descoordinación se puso en evidencia ayer en Santa Cruz de la Sierra cuando la ciudadanía se volcó masivamente hacia los centros de abastecimiento después de que la presidenta del Concejo Municipal, Angélica Sosa, anunciara que la capital cruceña entraba en cuarentena desde el jueves hasta el domingo, y que la población tenía hasta el miércoles para abastecerse, porque se cerraría toda actividad comercial.

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