EL DEBER
De un tiempo a esta parte, la nueva concepción empresarial que se gesta a escala nacional tiene entre sus principios resolver problemas que trascienden a los fenómenos sociales y ambientales que se generan en el entorno en el que operan las corporaciones. La cuestión es resolverlos y abrir un nuevo abanico a través de inversiones que generen impacto. Actores privados se refirieron a este tema en un escenario orquestado por Nueva Economía.
“Una inversión de impacto es aquella que es capaz de ser rentable y modificar positivamente el entorno; es decir, alinear un ‘capital consciente’ a un mundo en el que los recursos se están agotando. No se trata de hacer un mundo mejor, sino de transformar las mentes que lo lideran”, explicó el CEO de GreenCloud, Juan Claudio de Oliva
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