EL DIARIO
Que las desgracias nunca vienen solas es un dicho popular. Pero, para la Argentina, esa es una máxima ineludible. Al menos en los últimos años. A la sequía que se inició en abril de 2018 se sumó la suba de tasas en Estados Unidos, disparadores una crisis financiera y económica en la que todavía el país está sumido. El inicio, meses más tarde, de la guerra comercial entre China y Estados Unidos no hizo más que complicar un fallido intento de recuperación. Ahora, una nueva amenaza se cierne sobre la economía local: el coronavirus.
Una publicación de Infobae sostiene que la expansión y prolongación en el tiempo de la enfermedad no solo podría afectar el volumen de las exportaciones argentinas sino también los precios, lo cual terminaría mermando el indispensable ingreso de divisas que la Argentina necesita para crecer. Y también para pagar su deuda.
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