El ministro de Trabajo Claudio Moroni convocó el lunes a una reunión con las empresas petroleras y los sindicatos, para analizar los despidos y suspensiones en Vaca Muerta. El próximo 28 de enero termina la conciliación.
Fuente: La Izquierda Diario
   
Luego de la reunión de Alberto Fernández con las empresas petroleras, los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, recibieron a los sindicatos petroleros. Participaron de la reunión Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas de Rio Negro, Neuquén y La Pampa y Manuel Arévalo, de Petroleros Jerárquicos.
  
Los trabajadores petroleros se encuentran en estado de alerta por los 2000 despidos y suspensiones que se harían efectivos finalizada la conciliación, el 28 de enero. En las diferentes asambleas que se realizaron en las distintas localidades petroleras, masivamente demostraron estar dispuestos a plantarse en defensa de los puestos de trabajo y a parar la producción hidrocarburífera y movilizarse a la capital neuquina el próximo 23.
 
Por su parte, el dirigente petrolero encabeza el lobby de las petroleras. Busca llegar a un acuerdo con las empresas para evitar los despidos y suspensiones y para esto también pidió en la reunión por el congelamiento de las tarifas, que es la demanda de las petroleras. Un aumento de la tarifas en este momento significaría sin dudas un nuevo golpe al bolsillo de los y las trabajadoras.
 
Pereyra mismo informó a través de un comunicado de prensa que dejo claro que no van a “tolerar despidos ni suspensiones” y que pidió que analicen “el tema del congelamiento de las tarifas de combustibles, que son clave para que no se frene la industria hidrocarburífera”. En el mismo sentido, pidió “establecer un sistema de retenciones móviles atadas al nivel de inversión de cada empresa. A mayor inversión menores retenciones”.
 
Nada se puede esperar de la negociación entre Gobiernos, petroleras y sindicatos que son los que firmaron la adenda petrolera que implicó más flexibilización para los trabajadores que dejan la vida en los pozos.
 
El fantasma del primer paro general protagonizado por la clase obrera de la principal reserva petrolera del país, empieza a preocupar a Alberto Fernández.
 
La sola amenaza de paralizar toda la industria hidrocarburífera generando pérdidas millonarias para las empresas, motorizó al Gobierno nacional a convocar a empresarios y sindicatos para frenar los despidos y suspensiones. Es que el fantasma del primer paro general protagonizado por la clase obrera de la principal reserva petrolera del país, empieza a preocupar a Alberto Fernández.
 
Prohibir los despidos y suspensiones Desde el Frente de Izquierda plantean la necesidad de prohibir por ley los despidos y suspensiones. “Los trabajadores no pueden ser la variable de ajuste y chantaje de los empresarios que lo único que buscan es seguir llevándose millones a costa de la vida de los trabajadores y la destrucción del medio ambiente”, sostuvo el diputado Andrés Blanco.