Expansión. Las tecnológicas que permiten el servicio de taxi como Uber o inDriver hacen una lectura del sector. El nuevo rival promete no cobrar por demoras en el tráfico.
EL DEBER

La expansión de las plataformas tecnológicas de ride-hailing o vehículos de alquiler con conductor para viajes (principalmente) urbanos llevan a los operadores a enfilar sus estrategias para pugnar por el mercado del eje troncal y eclipsar a un rezagado sector de radiotaxis al que le cuesta renovarse, según lo que se percibe en las ciudades del país.

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