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El centenar de comunicaciones internas de Boeing - entre mails y mensajes instantáneos- remitidas por la compañía a los investigadores del Congreso de los Estados Unidos han revelado la existencia de decenas de comentarios embarazosos de los empleados del fabricante aeronáutico estadounidense hacia el 737 MAX, sus diseñadores así como hacia los reguladores como la Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés), según avanzaba «The New York Times».

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